Se avecinaba tormenta con la prohibición a los floristas de permanecer en la plaza. Y, de hecho, recibieron la visita de concejales y miembros del PP y Ciudadanos. También de radios y televisiones. Y en esas estaban cuando un comisario de policía vino a anunciarles que van a poder quedarse durante las horas anteriores y posteriores al disparo. Con una salvedada: sólo dos personas por puesto (no habrá fiestas en primera línea) y, como el resto de personas que tienen permiso para estar en esa zona, tuvieron que firmar una declaración por la que asumen toda la responsabilidad. Al final, todos contentos.

Las churrerías han llegado ya a la ciudad, pero no se abrirán hasta mañana, día 3.