Sin ceremonia, a las cuatro y media de la tarde, el taller de Latorre y Sanz insertaban la moneda de euro y finalizaba la «plantà» de la falla municipal en lo que es verticalidad. Fue una mañana de mucho trabajo, en el que los artistas no lo dudaron. Se acabó el desafío al viento, que lleva metiendo miedo varios días. Ayer aún no fue el mejor día, pero la Sección Especial y, por extensión, la falla municipal, no pueden esperar más. Hay mucho por hacer, hay que dar un margen a los imprevistos y queda la siempre farragosa labor de retocar.

La falla municipal confirma lo que parecía en el boceto: en estructura es una falla «de las de toda la vida». Sesentar a más no poder. Debajo, un cilindro que da altura. Bastante feo, por cierto, y que ahora debe ser cubierto por escenas y figuras. Es un escenario a rellenar. Por arriba, los elementos identificativos. Caras y cuerpos, bola del mundo y moneda. Una pirámide en toda regla. Lo que cambia, evidentemente, es la explosión de color. Nadie podrá decir que «eso no es una falla», porque entonces demuestra que no tiene memoria de lo que eran las fallas de los grandes maestros. Otra cosa es que la forma, los planos, los pantones, gusten más o menos.

Na Jordana y Regne renuevan

El resto de comisiones siguen su trabajo y, entre vez y vez, llegan noticias de renovaciones. Reino de València-Duque de Calabria y Na Jordana ya han estrechado las manos con Sergio Musoles y con la dupla Antonio Pérez-José Gallego. Ni ha empezado la competición y el mercado empieza a cerrarse.

¿Qué pasará con la meteorología? La Agencia Estatal habla de vientos «moderados». El concepto «moderado» es muy elástico y prácticamente cada día habrá que ver cómo afecta a las fallas. También habrá precipitaciones «escasas, débiles y dispersas" en forma de chubascos de corta duración y la alternancia de días poco nubosos con otros de cielo cubierto son el escenario «más probable». Esperanza e inquietud a partes iguales.