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Fallas con historia

Toda una vida intentando ganar el primer premio

Algunas comisiones cercanas al centenario nunca han conseguido el máximo galardón de su sección pese a tener muchos otros reconocimientos

Falla Cuba-Puerto Rico, que este año ha ganado el primer premio de iluminación. M. D.

Toda una vida plantando y nunca han ganado el primer premio de su sección. Así están algunas fallas de València, en algún caso próximas al centenario, que luchan año tras año por estar en el puesto más alto de su sección y nunca han tenido la suerte, el acierto o el presupuesto para conseguirlo. Han ganado premios de ingenio y gracia, de iluminación o incluso una fallera mayor de València, que también es premio, pero se les resiste ese «palet» con el número 1.

Aunque cueste trabajo creerlo, una de esas fallas es Cuba-Puerto Rico, que en sus 86 años de existencia ha ganado 22 veces el primer premio de iluminación, 4 el primer premio de ingenio y gracia y una vez el ninot indultado, pero nunca el primer premio de su categoría, ahora Tercera C.

Aunque se conoce como la «falla de la llum» y este año son primer premio de iluminación, su presidente, Moncho Cebriá, asegura que cada año tratan de ganar también con el monumento, en esta ocasión con una falla de Vicent Torres. «Un primer premio para nosotros sería muy importante», dice Cebriá, quien advierte también de las dificultades de una comisión que apenas tiene 160 falleros y ha tenido que «luchar contra todo».

75 aniversario en la Olivereta

También puede ser un buen momento este 2018 para la comisión de Olivereta, que celebra su 75 aniversario con una falla en segunda B del artista Josemi Corachán. «Hemos tenido premio de ingenio y gracia, pero premio importante no hemos tenido nunca», dice con cierta pena Juan José Banacloy, su presidente, que asegura que cada año plantan la falla con la esperanza de conseguirlo, más aún en esta ocasión, que están de aniversario y además es la primera vez que repite una fallera mayor, Silvia Banacloy, su hija.

El problema a veces está en el reparto del presupuesto, y en ese sentido la falla Olivereta-Cerdá y Rico, con 700 falleros, apuesta más por hacer una fiesta para todo el barrio. «Podríamos ganar el primero, pero el presupuesto hay que repartirlo en otras actividades», explica el presidente.

Y una tercera falla en esta situación, la más veterana de las tres, con 88 años de historia, es Fernando el Católico-Ángel Guimerá. La verdad es que «nunca hemos dispuesto de un presupuesto para ganar», confiesa su presidente, José Luis Valiente, que presume, eso sí, de haber tenido el año pasado la fallera mayor de València. Y es que su sección, Primera B, es la más complicada, pues la banda presupuestaria es muy grande, de 22.000 a 45.000 euros, y además hay fallas que «se gastan más de lo que dicen». Ellos lo más que han gastado son 28.000 euros y «siempre dicen la verdad», por lo que con su honestidad y su falla de este año, obra de Fernando García, aspiran al menos a quedar del octavo puesto en adelante. Suerte a todos.

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