«No iba a venir pero me hubiera arrepentido toda la vida; si su viuda ha podido estar aquí yo también debía estar». Estas eran las palabras de Ricardo Caballer tras el disparo de la «mascletà» de ayer, en la que se rindió homenaje a Raúl Onielfa, el trabajador de 41 años de la pirotécnica Ricasa fallecido el pasado lunes en una explosión registrada en la fábrica de Olocau.

El disparo de ayer estuvo cargado de emociones y gestos. Miles de personas que abarrotaban la plaza del Ayuntamiento guardaron un minuto de silencio en memoria del fallecido, que estaba casado y tenía tres hijos. El silencio dio paso, tras la orden preceptiva de la fallera mayor al pirotécnico, a una mascletà que inundó de ruido, destellos y colores (los de la bandera) la plaza, donde ni antes ni después del disparo sonó la música, en señal de duelo.

El pirotécnico no subió ayer a saludar al público al balcón como suele ser tradicional. Fue el alcalde, Joan Ribó, y la fallera mayor, Rocío Gil, junto con el concejal de Fiestas, Pere Fuset, y otras autoridades las que bajaron a la plaza y entraron a la «jaula» donde se realiza el disparo, en cuya entrada lucía un gran lazo negro, para saludar a los pirotécnicos y entregar un ramo de flores a la viuda de Raúl Onielfa. «Ha sido duro para ellos después de un accidente tan terrible pero también ha sido un homenaje muy bonito», afirmó visiblemente emocionado el alcalde.

Fue un disparo «perfecto», como si «él lo estuviera controlando desde arriba», destacó Ricardo Caballer . El disparo arrancó con seis fases digitalizadas y combinó ritmos terrestres y aéreos, bajo la estructura tradicional «de menos a más» . El dueño de la empresa pirotécnica donde se produjo el accidente quiso trasladar su agradecimiento por las muestras de apoyo tanto al ayuntamiento como a los valencianos, que celebraron el disparo con un aplauso cerrado.

En el balcón del ayuntamiento se dejaron ver entre otras la rectora de la Universitat de València, Mavi Mestre, recién estrenada en el cargo, y responsables políticos, ellos, los consellers de Economía, Rafael Climent, y Educación,Vicent Marzá, así como la vicepresidenta de la Diputación, Maria Josep Amigó.