Tres verbenas, o mejor dicho, tres macrofiestas, rodean el único edificio de València declarado como Patrimonio de la Humanidad, la Lonja, y además se celebran junto a otros tres Bienes de Interés Cultura (BIC), el Mercat Central, las Covetes de Sant Joan y la iglesia de los Santos Juanes. La paradoja es que, en una fiesta también declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad como las Fallas, no se respeta el entorno monumental más representativo del «cap i casal». Las fiestas organizadas en la plaza Doctor Collado, Plaça del Mercat y plaza de Brujas llenan de basura por segundo año consecutivo este privilegiado entorno y muchos de los históricos muros acaban impregnados del orín de quienes bailan hasta altas horas.

Los vecinos han vuelto a dar la voz de alarma ante la degradación de estos espacios de máxima protección patrimonial. «El macrodiscomóvil ha concentrado a más de cinco mil personas cada día desde el sábado 10 marzo, lo que ha supuesto una ingente cantidad de basuras, derramamiento de líquidos en la calzada y sobre todo en los monumentos alrededor de la Lonja», explicaba un vecino de la zona que ha hecho llegar fotos de los sucedido a esta redacción. La denuncia añade: «Es importante también resaltar los niveles de ruido, totalmente descontrolados,que hacían vibrar los cristales de la Lonja y los edificios colindantes consecuencia del elevado nivel de decibelios, sometiendo a vibraciones elevadas e inusuales las estructuras de las construcciones».

El portavoz del Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural, César Guardeño, lamentó ayer «la falta de control del Ayuntamiento de València» sobre este entorno protegido. A su juicio, el consistorio «no debería autorizar este tipo de celebraciones que nada tienen que ver con los edificios protegidos». «No somos partidarios de prohibir las fiestas, sino de reubicarlas en lugares más adecuados. Creemos que se debería pactar con las fallas las ubicaciones, porque por trasladar algunas tampoco pasaría nada y cuidaríamos del patrimonio», asegura.

Guardeño recuerda que estas fiestas ya se celebraron el año pasado y que solo dan beneficios a las fallas que las organizan. Para el Círculo por la Defensa del Patrimonio la ley impide la celebración de este tipo de fiestas junto a entornos protegidos por la Unesco y reclama que el ayuntamiento «saque del cajón», el Plan Director de la Lonja «que velaría por la protección del edificio».