La entrega de los premios de las Fallas acoge diferentes estados de ánimo. Las alegrías y las decepciones se sufren en cualquier sección, pero salta a la vista que conforme se va subiendo el escalafón, el éxtasis o la inflamación son mayores. Después de horas de desfile con muchas sonrisas, la llegada de la Sección Especial acoge esas enormes diferencias. Ayer era el turno de los artistas. Claro que había falleros con la decepción en el rostro, pero el contraste era mayor entre los pocos profesionales que se dieron cita. Por ejemplo, la exultante alegría de Vicente Martínez Aparici con su segundo premio y la expresión de Paco Torres tras su cuarto en el Pilar. «Es que han acabado conmigo» decía, echándole la culpa al jurado. De los que después escribió que «éramos el primero o el segundo. Eso lo sabe el que ha ido y lo sabrá todo el que vaya a ver fallas. A los siete iluminados por la sabiduría artística, que tengáis suerte en la vida. La que me falta a mi con los Jurados». Y hacía referencia especialmente a uno. El presidente del Pilar, José López Llop, directamente, no quería hablar. El triunvirato de l'Antiga ofrecía, a pesar del tercer premio, mejor cara «pero llega un momento que quizá debería saberse desde el principio a qué hay que jugar. Y sobre todo hay que pensar donde plantamos cada uno. ¿Qué premio habríamos obtenido nosotros en otra plaza?». Y es que las Fallas de 2018 pasarán a la historia como aquellas en las que los artistas que aspiraban a todo lo pusieron todo... y no había sitio para todos. Y menos aún si Cuba-Literato Azorín se cuela en segunda posición. «Lo hemos conseguido a base de calidad. Con calidad fuimos segundo con Pere Baenas, con calidad ganamos con Carsí y ahora ha pasado lo mismo con Vicente». Y aunque el presidente José Giménez cogió un enfado monumental con el ayuntamiento por no darle permisos para unas paellas, «contentos estamos muchísimo. Lo estuvimos celebrando hasta las cuatro de la mañana. Es un éxito enorme». Estaban contentos en Na Jordana, contentos en Sueca...

El vicemaestro del Gremio, Ximo Esteve, apoyaba el lamento de Paco Torres. «Tendremos que bajar el listón porque se nos va la vida en esto». Al final, todos los artistas se «engancharon», incidiendo en las consecuencia de los veredictos. Propio de momentos en los que se opina en caliente. «Podria ser que este concurso casposo y a veces rancio paso a lo que es la fiesta de las fallas, para lo que se crearon: para ser críticas, satíricas, festivas y, sobre todo, populares». Rodrigo Núñez, Miguel López... muchos entraron, con mayor o menos intensidad, en el debate. Pere Baenas, mientras, recogía su particular subida al olimpo.