El segundo día de Ofrenda de Fallas acumuló retrasos prácticamente desde los primeros momentos del desfile del domingo, unos retrasos considerables que han sorprendido mucho por la tendencia que se seguía en los últimos años y porque desde 2017 está en funcionamiento una pasarela que alivia bastante el flujo de peatones por la confluencia de San Vicente, María Cristina y plaza del Ayuntamiento.

Al parecer, el hecho de que hubiera pocas (o ninguna) valla en la calle San Vicente, sobre todo hasta su llegada a María Cristina, provocó que los espectadores y mirones se cruzasen sin cesar y retrasasen el paso de las comisiones. La inexistencia de vallado en esta calle también permitió ayer que familiares y amigos de los falleros que desfilaban se acercasen a ellos en mitad del recorrido para saludarlos y/o hacerse fotos con ellos.

Tal fue el retraso que la Fallera Mayor de València, Rocío Gil, y su Corte de Honor empezaron a recorrer la calle San Vicente muy cerca de la una de la madrugada y que la máxima representante de la fiesta no pudo ni siquiera estar presente en el inicio de la Nit del Foc, ya que el castillo de fuegos artificiales comenzó cuando ella se encontraba a las puertas de la Basílica de la Mare de Déu dels Desemparats.

Sin embargo, tal vez no sea la ausencia de vallado el único motivo de tanto retraso, puesto que el día 17, primera jornada de Ofrenda, tampoco había vallas en San Vicente y, en esa ocasión, fue la calle La Paz la que registró dilaciones en el desfile. Algo que habrá que estudiar para tratar de dar con la fórmula exacta que garantice una Ofrenda sin atrasos.