La asamblea de presidentes con la que finalizaba el ejercicio escenificó las diferencias entre el concejal Pere Fuset y los dirigentes de la Interagrupación, que cuentan con el apoyo del parlamento fallero cuando llega el enfrentamiento para convertirse en diálogo cordial cuando se tratan o debaten aspectos y problemas cotidianos de la fiesta.

Una y otra parte se han enzarzado en reproches a colación de los incidentes de la comida de hermandad. El presidente de la Inter, Jesús Hernández Motes, lanzó el esperado órdago de proponerle una doble dimisión y se negó a pedir disculpas en público ante la fallera mayor "porque ya las tiene en privado" y su vicepresidente Guillermo Serrano, a pesar de ello, volvió a cuestionar donde había coacción a la fallera mayor de València en el comunicado relacionado con la dansà.

Pere Fuset, por su parte, se negó a criticar a su compañero de corporación Guiseppe Grezzi por sus manifestaciones en redes sociales y aseguró que "no me van a volver a expulsar de la asamblea", a lo que se le contestó que "fue usted quien se fue" pero acabó diciendo que "las fallas y el ayuntamiento, sí o sí, estamos obligados a entendernos, le pese a quien le pese". Ambas partes pasaron su parte de debate entre continuos reproches de lo que dijo uno y dijo otro en los aciagos días anteriores.

La polémica

La fiesta de fin de ejercicio de la Junta Central Fallera, acabó ensombrecida después que el concejal Pere Fuset recriminara airadamente al presidente de la Interagrupación, Jesús Hernández Motes, y a otros presidentes de agrupación, el comunicado emitido ese día y que había provocado el llanto de la fallera mayor de València, Rocío Gil.

En concreto, en el comunicado se criticaba que en la nueva distribución de la «dansà», tras crearse un acto exclusivamente para falleros el viernes, la fallera mayor y la corte bailen en esa sesión, con los falleros, y el sábado por la noche, con los grupos federados (los creadores en su momento del evento) lo haga sólo la fallera mayor. El comunicado finalizaba con un órdago a Rocío, de alguna forma invitándola a que boicoteara el acto sabatino. Fuset se encaró a los presidentes de la agrupación llamándoles «putos mafiosos»

La gran mentira

La participación de la fallera mayor de València y la corte de honor en la "dansà a la Verge" ha suscitado una de las más agrias polémicas de la presente legislatura a raíz de un comunicado realizado por la Interagrupación de Fallas y la posterior reacción, durante la comida de fin de ejercicio, del concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset. La presencia de la fallera mayor de València y su corte de honor en el acto de la Virgen no fue para realzar el acto, sino que tuvo una motivación mucho más banal.