Mientras haya presidentes que, en ruegos y preguntas, pregunten por qué no puede desfilar inmediatamente detrás de su fallera mayor en la Ofrenda (entiéndase que él sólo), mientras Pere Fuset le diga a un clásico, Juan Antonio Cortés, que «si te portas bien, como estoy soltero, el año que viene te llevo a la comida de fin de ejercicio y la conoces», o mientras unos se quejen de las fechas de las carpas, de los policías como malas pulgas, de los problemas de aparcamiento, de alcaldes pedáneos que ponen trabas, de jurados que no respetan los horarios o de cambiar el orden de los repartos de premios, no perderemos la esperanza de que se pueda hablar de Fallas en las asambleas. Con momentos así de chocantes y distendidos y, sobre todo, normales.

Pero no, no se hagan ilusiones. Las heridas hieden a pus. Sobre todo, cuando el concejal y Hernández Motes enfrentan las proas. Este último tiene el viento a favor, porque la asamblea le aplaude todo y Fuset sabe que tiene toda la escuadra con los cañones en enfilada. Prepárense para once meses trepidantes. El Palau de la Música ofrece asientos de primera fila para el fin del mundo.

El concejal empezó con su informe y no se anduvo por las ramas. Zafarrancho a la primera. «Debo empezar por el final. La conciencia me lo dictaba». Y volvió a pedir perdón por su salida de pata de banco en la fiesta de fin de ejercicio, cuando se encaró a los presidentes de agrupación. «Actué como alguien que ve una amiga, una fallera mayor, derrumbada y no actué con la una mente fría. Me he disculpado públicamente, pero también con firmeza tengo que decir que no se puede meter esa presión a una fallera mayor. No se la puede poner entre la espada y la pared. No toca que una figura que representa a todos sea coaccionada. Puedo estar acostumbrado a recibir comunicados, críticas... va en el cargo. Pero al equivocar el objetivo se han sobrepasado líneas».

De 9 parejas a 500 personas

A colación de la causa de la polémica, la dansà y la participación fallera, recordó que «empezó hace décadas y no es una actividad de la JCF, sino del ayuntamiento. Se hizo una consulta democrática con los grupos organizadores. Desde Alimara a Lo Rat Penat o las propias fallas. Debatieron y consensuaron la participación. El resultado ha sido multiplicar las convocatorias y que que las fallas sean las más beneficiadas. Se ha pasado de 9 parejas a los más de 500 que previsiblemente lo harán este año. Acompañados de la fallera mayor y la corte, que les representa. No creo que esta polémica tenga razón de ser y más después de un año con situaciones tensas de las que debíamos haber aprendido. Hemos tenido tiempo para reflexionar. Mi voluntad era regresar para hablar de fallas y sólo de fallas y nos tenemos que entender sí o sí Ayuntamiento y Fallas».

Flacos favores

«Esto no puede presentarse como un enfrentamiento entre la fiesta y el ayuntamiento. Eso sería hacer política. Y haríamos un flaco favor a una fiesta que se organiza como Organismo Autónomo Local. Dependencia o independencia es un debate lícito, pero sea cual sea, la respuesta ha de ser comprensión. Y nos lo debemos grabar a fuego. Y más en un año en que habrá más tensiones con la precampaña. Cada uno que reflexione para que situaciones así no se vuelvan a repetir. Ya una vez se me expulsó de la asamblea y no va a volver a pasar».

Pasaron otros aspectos menores y se llegó al turno de réplica de Motes. Otro que tampoco iba con el lirio en la mano. «Estoy cansado de acusaciones a la entidad que presido y a un colectivo que se somete anualmente a elecciones».

Dimites tu, dimito yo, pero...

Yo he puesto mi cargo a disposición de mis falleros. He soportado continuas acusaciones de que hago política en las fallas, o que defiendo ideología. O que la Interagrupación hace política. Jesús Hernández Motes ni está afiliado a ningún partido ni lo voy a hacer. Mi única tarjeta de visita son las fallas». Y le recordó que «soy el mismo que ha dado la cara por usted» apelando a acuerdos con la directiva, el intento de defenderle en la reprobación. «Nunca hemos abandonado el diálogo por muchas puertas que se nos cierren en la cara».

Recordó uno de sus clásicos: «usted sabe que no fui a una contramanifestación ilegal. De eso hay otros que saben mucho».

De la fallera mayor, la mejor defensa es un buen ataque: a Grezzi. La línea de flotación de Fuset. «dice usted que la fallera mayor no se toca. Y nos lo dice a nosotros. Ya lo sabemos. No nos lo puede decir ni usted ni nadie. Y esto no lo puede decir algún compañero suyo, cuando las insultaba en la Intifalla». Y de lo de expulsarle de la asamblea, «fue usted quien se marchó»

Más conflicto: «El pasado sábado usted se saltó todos los límites de educación y formas que deben tener todos los representantes públicos. Se ha disculpado, sí, pero sin dejar de pegar a la Inter. Le hemos construido mil puentes y los ha reventado todos. Usted con sus intereses y los falleros con otros».

Lo de proponerle dimitir los dos era tan previsible... «Si el problema somos usted y yo, aquí le propongo dimitir los dos». Pero con trampa: «yo pongo mi cargo a disposición de todos los falleros y usted renuncia como concejal».

La ovación estaba tan cantada como que Fuset se iría por peteneras para pasar a la contra.

«"Voy a por ellos, lo hagan bien o lo hagan mal". Eso lo dijo usted el pasado viernes. Con esa premisa va a ser difícil entendernos. Pero no nos podremos permitir ese lujo. No es un lujo, es una desgracia. Te propuse hacer un congreso fallero para elegir otro tipo de presidente, se habló y se dijo que no. Fallas y Ayuntamiento necesitan llegar a acuerdo. Si Fuset y Motes no pueden ponerse de acuerdo, las fallas y el ayuntamiento lo encontrarán. Pero si dices que "hagan lo que hagan voy a ir a por ellos", va a ser difícil».

«Tiene 27 años y está preparada»

Pero, ¿se ha disculpado la Interagrupación en público, ante la fallera mayor, como público fue el comunicado? «La disculpa la tiene desde el sábado. No tengo por qué hacerla pública porque yo no la hemos presionado ni le hemos dicho nada grave. Tiene 27 años, está preparada y sabe que puede tomar la decisión que quiera». Guillermo Serrano, en los estertores de la asamblea, volvió a leer el órdago para preguntarse donde estaba la presión.

Reunión al acabar la asamblea

En la contra-contra réplica, Motes pasó de la doble dimisión a la doble reunión, la semana que viene, para aclarar cosas. En el foro, Fuset le dio largas: «dos no se pelean si uno no quiere. Las fallas no somos sólo usted y yo. Y las fallas y el ayuntamiento se van a entender, le pese a quien le pese». Pero al acabar, las dos partes se reunieron. Si fuera el primer paso sería una buena noticia. Si no, que siga la fiesta.