El partido en el gobierno festivo no ha dicho una mala palabra sobre la puesta en escena del PSPV. Aunque lo piensen. Porque gracia no les hace demasiada. O ninguna. Ayer hubo un particular duelo de poder de convocatoria. Que tampoco les fue mal puesto que auspiciaron con la presencia de Joan Ribó la Festa de les Lletres Falleres, las de los llibrets que escriben en valenciano oficial y que reunió a representantes de, por ejemplo, Alzira, Sagunt, Tavernes, Torrent y Xàtiva y llenaron el Palau de les Arts.

Y ayer tampoco desaprovecharon la oportunidad para apuntarse el tanto perdido en los años anteriores del pronto pago de las subvenciones de falla. La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de València aprobaba ayer el pago de las subvenciones municipales -que cubren el 25 % del coste de cada uno de los monumentos falleros- para las ocho comisiones que no pudieron cobrar en el primer tramo abonado antes de la plantà de las fallas. Con lo que ya han cobrado todas, incluyendo estas irregularidades a pesar de que,en su momento, se anunció que no habría repescas. «Estas ayudas municipales suponen un esfuerzo económico, pagado con recursos del conjunto de los valencianos y valencianas, que tiene que servir para destacar la falla como elemento central de la fiesta y repercutir en beneficio de los artistas falleros». También ha hecho unos cálculos para recordar que, aunque se haya pagado con atrasos, el consistorio ha inyectado 239.000 euros más a las comisiones en diferentes líneas de ayuda.

Ahora viene el debate sobre el mínimo a declarar para participar en los concursos, sobre todo si se tiene en cuenta que, este año, los mínimos en fallas grande e infantil ha sido de 600 y 200 euros, mientras que en Alicante es de 8.000 y 1.500. «Si queremos falla tenemos que proteger a los artistas que están pidiendo a gritos medidas decididas».