La comisión de Guillem de Castro-Triador ha confirmado el nombramiento de sus falleras mayores, Mariel Beatriz Mirenna y Nayra Gandía Gómez. Este sería un episodio normal, como en cualquier otra comisión.

Pero aquí hay intrahistoria. Porque es completar una particular promesa. Va a ocupar el trono de la comisión a la edad más bien normal, habitual, ocho años. Pero después de haber protagonizado uno de esos hechos que quedan como curiosidades históricas en la fiesta. Nayra fue proclamada fallera mayor infantil de su comisión, por primera vez... una semana antes de nacer. Y ocupó el cargo. Y desfiló como fallera mayor infantil en la Ofrenda en marzo de 2014 con poco más de un mes de edad. "Dormidita todo el camino y justo cuando llegábamos a la plaza se despertó y lo vio todo" recordaba entonces su madre. 

Así se hizo eco Levante-EMV del peculiar primer nombramiento de Nayra

Así se hizo eco Levante-EMV del peculiar primer nombramiento de Nayra

Nayra, con un mes de vida y su banda de fallera mayor, y doce meses después.

No acaba ahí su curriculum. Porque al año siguiente, para las fallas de 2015, repitió, con unos ya veteranísimos trece meses de edad, acompañando a su madre, quien debía haber sido el año anterior, pero a quien se lo impidió, naturalmente, el embarazo. En ese año, la comisión celebraba además el 75 aniversario.

Ese año, por cierto, también hubo un caso de precocidad curioso: Fuencaliente-Lebón nombraba fallera mayor y presidente infantil a Laura Conesa y Xavi Chulvi, con 22 y 10 meses de edad respectivamente.  

En aquel momento ya advertían que esos dos años de reinado tendrían continuidad («cuando­ tenga ­ocho ­o ­nueve ­años,­ que ya se enterará de verdad, volverá a ser fallera mayor infantil"). Dicho y hecho. Han pasado los años y éste ha llegado. Su padre, Juan, asegura que «quizá nos habríamos esperado un poco más, pero está muy espabilada, ya está altita... y sobre todo, que ella quería, quería y quería». Nunca había dejado la comisión, a la que su madre, Yentel Gómez, pertenece de toda la vida y, según su padre, «con la recuperación de la fiesta ha vuelto con mucha fuerza». No le podían decir que no.

Nayra sabe que tuvo un inicio fallero muy especial. «Si, porque ve las fotos, los recortes de prensa. Dice lo pequeñita que se veía. Fue algo muy bonito. No lo vamos a negar». Ahora llega el tercer capítulo. El prometido.