Hay señales en las Fallas que señalan el final de una época. Se están viendo bastantes en los últimos tiempos. Ahora llega otra: el artista Pedro Rodríguez ha anunciado, tras su retirada, que vende su colección de moldes. El trabajo de toda una vida. Son dos acontecimientos en uno: constatar cómo hay profesionales que optan por dedicarse a otros oficios más estables y constatar cómo una forma de hacer fallas, a base de «tirar de cartón», está en proceso de extinción.

Pedro Rodríguez cerró el taller en las Fallas de 2022. Ya lo tenía decidido desde un par de años antes, tras ser incorporado a un puesto en un centro de menores. Aún le quedó una última genialidad, la falla en la que se autorretrataba como un muerto que no lo era tanto. De hecho, en sus últimos años ha plantado en Vall de Laguar-Padre Ferris, la falla de su barrio, fallas grandes de estilo y temática muy propia, sin presión de orotodoxias, y que han sido muy alabadas.

Ese triunfo en 2022 supuso, además, la primera vez que "su" comisión conseguía el primer premio de falla después de setenta años de existencia.

Pero en este cruce ha plantado otras genialidades, como "Incendio en el Museo", una falla autodenominada "low cost" formada por ninots infantiles indultados durante diferentes años por presidentes o falleras mayores, que fueron incorporados a una obra nueva.

Pero ahora ya toca recoger. «Aparte de mi planta baja, tenía una nave en Lliria donde están todos los moldes. Hay que cerrar esa nave. Y si hay alguien que le pueda interesar, es una opción que tienen». Cientos y cientos de moldes, perfectamente catalogados. Que no está nada mal porque se trata del trabajo de un artista de élite, con 21 años en Sección Especial. «Siempre hice moldes porque era la forma de, verdaderamente, rentabilizar el trabajo». Hacía una falla de Especial y luego se plantaban versiones menores en otras demarcaciones «y sobre todo, se vendía a terceros». Tanto es así, que Pedro Rodríguez trabajo en cartón casi hasta el final «y lo último que hice en corcho le saqué molde».

Merced, Convento Jerusalén, Pilar, Ceramista Ros, Vall de Laguar, Mayor-Moraira y Reino de València-Duque de Calabria fueron sus plazas fuertes en la confección de fallas, que empezó, curiosamente, con grandes y llegando a hacer triunvirato con la pareja más longeva de artistas de la historia de la fiesta: José Latorre y Gabriel Sanz.

¿Por qué pueden interesar moldes de ninots? «Porque nunca se sabe qué puede pasar. El corcho blanco ha disparado sus precios y nunca sabemos qué puede pasar en el futuro con las normativas verdes». Pero el problema es el desuso de la técnica. «Yo creo que, a día de hoy, a un artista novel le das un molde y no sé si sabría utilizarlo». Hace ya un tiempo cerró la última fábrica con una sección expresamente dedicada al cartón de fallas. «Ahora sigue habiendo, pero no es de la misma calidad». El empleo del cartón sigue existiendo, pero cada vez más barrido por el «suro». No descarta el laureado sartista organizar un "showroom" para saldar las piezas de escayola y fibra de vidrio.

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Fallas y "ninots indultats" históricos de Pedro Rodríguez

En cualquiera de los casos, el artista, que en su haber cuenta con tres ninots indultados (2009, 2011 y 2013) «que aproveché en la pandemia para escanearlos» y a quien, en su extraordinario palmarés, tan sólo le falta un primer premio en la máxima categoría infantil, quiere evitar a toda costa «lo que no quiero: ver tantos años de trabajo tirados al contenedor», aunque sean trozos de escayola y poliester. No son pocos los artistas que, durante los últimos años, se han subido a las nayas para vaciar, incluyendo piezas que en su día fueron emblemáticas.

Reconoce que no se arrepiente de la decisión tomada. Ahora dispone de un trabajo estable. Pero quien es artista, nunca deja de serlo. "Ahora mismo tengo claro un proyecto para Vall de Laguar, que sólo se podría plantar ahí...".

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Descubre los detalles de Star Wars escondidos en la falla Ribera y Convento de Santa Clara Germán Caballero

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Espectacular "plantà" de Dalí y Gala en la falla del Mercado Central Foto de Miguel Ángel Montesinos