Antes de que los casales echen el cierre veraniego —en julio funcionan a medio gas y el agosto ponen el candado—, las comisiones de falla protagonizarán hoy la última gran jornada de «festes al carrer». Es la segunda que tenían habilitada para celebrar verbenas y todos los festejos adosados que se pueda. Así, las comisiones aprovecharán para abrigar la verbena con proclamaciones de falleras mayores, presentación de artistas, «apuntaes», tómbolas, fiestas infantiles, paellas... incluso la comisión de Ingeniero José Sirera celebra hoy por la mañana una carrera popular. Discomóviles son la opción más económica, mientras que otros contratarán orquestas. Los hay, como el Barrio Beteró, que echan la casa por la ventana y han contratado a José Coll para hacer una sesión de «remember». Muchas de las fiestas nocturnas tienen carácter temático y obligan a ir vestido de alguna forma. Otros colectivos, como la falla de la santa Cruz, organizarán un «aplec» de música tradicional a las seis y media de la tarde.

Bajo el paraguas de «servicio de bar, con bebidas y bocadillos a precios populares», que incluyen prácticamente todas, las comisiones intentarán que la fiesta les salga a cuenta e incluso recaudar algo de dinero con el que hacer frente a las apreturas presupuestarias.

Esta jornada festiva es una concesión que se permite, con carácter extraordinario, a las comisiones para que puedan celebrar hasta la madrugada una jornada festiva con la que despedir la primera mitad del ejercicio.