El antiguo Convento de Santo Domingo, en la plaza de Tetuán, uno de los más emblemáticos lugares vicentinos, fue esta semana el marco de la exaltación e imposición de la Medalla Acreditativa a la Honorable Clavariesa de las Fiestas Vicentinas 2012, Encarna Mestre Teodoro. Estuvo acompañada por su familia y amigos y representantes de todo el mundo vicentino. Terminada la actuación de la Coral de la Universidad Católica San Vicente Mártir y leída el acta de nombramiento por el Secretario General de JCV, Antonio Alpuente, el Clavario-Director del Colegio Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente Ferrer, José Ignacio Llópez Guasp, bendijo la medalla que le impuso el presidente de JCV, Francisco Lledó.

Actuó como mantenedor el Concejal de Coordinación Jurídica del Ayuntamiento de Valencia, Félix Crespo, quien hizo un discurso del agrado de todos los presentes, profundo y breve, denso en referencias evangélicas, sin olvidar el papel fundamental de los niños en la tradición vicentina y, como no podía ser de otra forma, con un guiño hacia Encarna y su familia de la que ofreció un cariñoso perfil. Riguroso y entretenido, fue interrumpido por los aplausos del público que le mostró así su agradecimiento.

Discurso de Lledó

De la nueva Clavariesa dijo "que es una persona con más de 20 años de pertenencia a su querido Altar de Russafa, donde fue llevada de la mano por sus padres, donde su madre ya fue Clavariesa Mayor del Altar, donde su hijas han sido Reinas Infantiles, donde han recibido ella y su marido la medalla de oro del Altar por su absoluta dedicación de entrega y trabajo al Altar ruzafeño, son méritos que lo dicen todo y hablan por si solos. Pero les diría que hay muchos más méritos que no han sido reconocidos, pero que hoy en justicia, no deben ocultarse por mi parte, sencillamente porque si hay un ejemplo de mujer entregada a José -su marido-, a Cristina y Laura -sus hijas-, a defender y a entregarse por u familia, esa eres tú, mamá Encarna. Si hay una mujer que ha sabido honrar la memoria de sus padres, siendo una hija abnegada cumplidora de las enseñanzas de sus progenitores, respetuosa con ellos, entregada por sus cuidados, y fiel a la memoria de quién hoy no puede ya acompañarnos, esa eres tú, Encarnita. Si hay una mujer que ha hecho de su profesión cómo médico, una escuela de sacrificio y entrega por aquellos que requieren más atención como son los mayores, o incluso con los más desvalidos, como pueden ser los discapacitados psíquicos, esa eres tú, doctora Mestre. Si hay una mujer que ha demostrado querer a su tierra, a su ciudad, a sus costumbres y tradiciones, y a su historia, esa eres tú, seguidora de la Virgen, vicentina y fallera".

La interpretación de los himnos cerró el acto que fue presentado por el periodista y director teatral, el vicentino Juanfran Barberá.