Si algo ha traído consigo la reordenación del sistema financiero español es la desconfianza del cliente particular en un sector en el que, hasta la fecha confiaba, a ciegas.

Cuando la entidad de toda la vida de un cliente se ve públicamente que ha trabajado mal o que incluso le ha ´engañado´ con algún producto, la pérdida de confianza está servida y el recuperarla es algo difícil y, en ocasiones, imposible.

Y es que al cliente financiero, si hay algo que lo fideliza a una entidad, es la confianza y seguridad que esta le da. ¿Quién deja su dinero en manos de alguien que no se fía?

La reordenación bancaria con sus fusiones, compras o absorciones ha hecho un doble efecto en nuestro sistema financiero: reducción considerable de entidades y atracción de otras, principalmente extranjeras, que ahora ven un nicho de mercado en el sistema financiero español.

Muchos clientes han optado por cambiarse a las grandes entidades ´de toda la vida´ ya que, aunque no le inspiren confianza, al menos siguen funcionando más o menos bien. Pero otros han optado por buscar alternativas en entidades nuevas en España ya que no se fían de lo que hasta ahora aquí había y era lo más usado.

Buscan entre las que llamaremos amigablemente ´entidades raras´ en el sentido de que no son demasiado conocidas, no tienen gran número de sucursales abiertas al público, ni gastan grandes cantidades de dinero en medios publicitarios para darse a conocer.

¿Alguno conocéis al ICBC, que viene a ser Banco Industrial y Comercial de China? Pues curiosamente es el mayor banco del mundo por capitalización de mercado, bastante superior a cualquier entidad tradicional española. ¿Sabías que tiene sucursal abierta en España desde enero del 2011? Si quieres una entidad grande que te inspire confianza, ¿por qué no optar por hacerse cliente del ICBC?

¿Os suena el Banco Pichincha? El Banco Pichincha es el mayor banco privado, por capitalización y número de depositantes en el Ecuador. Básicamente es conocido en España por los clientes de esa nacionalidad que aquí residen. ¿Sabéis que cuenta con 15 oficinas abiertas al público en España y ofrecen todos los productos que cualquier entidad financiera española?

Estos son solo dos ejemplos de entidades financieras que llevan pocos años operando en España. No obstante hay otras entidades que tampoco son muy conocidas por la mayoría de los clientes al carecer de gran número de sucursales y se podrían calificar como ´raras´ cuando realmente son entidades financieras como cualquier otra.

Banco Finantia Sofinloc, Banco Mediolanum, Novanca o más recientemente Targobank son entidades raras para muchos clientes, y nada más lejos de la realidad.

El Banco Finantia Sofinloc, español de origen portugués y con más de 20 años de experiencia, está especializado en la gestión patrimonial, los mercados financieros y la financiación especializada, con lo cual es un gran desconocido para muchos clientes particulares tradicionales al no poseer oficinas abiertas como la banca tradicional.

El Banco Mediolanum también se especializa en banca personal y pertenece a un grupo que lleva desde 1983 dedicando al asesoramiento de patrimonios. Es también una entidad rara ya que no la encontraremos en las avenidas de la mayoría de las ciudades como sucursales, sino que realizan su trabajo más en base a despachos de asesores.

Novanca es un caso diferente ya que es una entidad rara para muchos clientes porque su origen se debe a la unión de diferentes cajas para crear un banco y ubicarlo físicamente en zonas del sur de la Comunidad de Madrid. Lo que se creó como un banco pasa a ser una Caja de Crédito Cooperativo que comercializa todos los productos que tiene cualquier entidad, pero no deja de sonar raro para la inmensa mayoría de los clientes financieros.

Targobank no nos dice mucho, un nuevo banco que entra en el sistema financiero. Pero si decimos que es una entidad financiera creada por el Grupo Banco Popular y groupe Crédit Mutuel-CIC en España, ya inspira algo más de confianza y suena a menos raro.

Pero si por raras hablamos de entidades financieras poco conocidas, de reducido ámbito geográfico de actuación, por tener pocas oficinas,?, tenemos muchas dentro del grupo de entidades conocidas como cooperativas de crédito, o sea, las que tradicionalmente las hemos denominado como Cajas Rurales.

Caja Laboral o Cajamar (y su grupo) son dos cooperativas de crédito que por su expansión y número de oficinas no se consideran como raras. Pero si hablamos de cajas como: Caixa R. D'Algemesi, Caixa R. de Callosa D´En Sarria, Caixa R. De Turis o Caja R. de Albal (y hay muchos otros ejemplos), no se puede negar que a la mayoría de clientes financieras se les pase por la cabeza lo raro que suenan estas entidades. Pero puede que cualquiera de estas entidades presente mejores ratios que las entidades conocidas a nivel nacional, pero claro está, el ser entidades locales, como mucho provinciales, no dejan de tener un halo de rareza.

Lo cierto es que en esta vida el concepto de raro es muy subjetivo con lo cual, si estáis buscando una nueva entidad para contratar algún producto o servicio, lo mejor será que busquéis información de cómo son y operan estas entidades primero y poder haceros un juicio de valor.

José Luís del Campo Villares, experto de iAhorro.