Muchos son los analistas de inversiones que dicen que la mejor inversión a largo plazo es siempre la bolsa. Pero hablamos de plazos largos como mínimo de diez años. La argumentación es que las bolsas se comportan mediante ciclos económicos como la economía en general y que estos son de ciclos medios o largos, de entre 7-8 años y 14-15 años.

Esto hace que durante el plazo de nuestra inversión pasemos altos y bajos pero por lo menos en dos momentos podremos maximizar la rentabilidad a obtener y que dependerá del grado de riesgo que queramos asumir.

Pero cuando la inversión está vinculada a la creación de un capital a una fecha determinada que nos permita conseguir un capital que nos ayude a completar nuestra pensión, o sea, en productos como los planes de pensiones, los PIAS o similares, apostar por que nuestro plan de pensiones por ejemplo se invierta todo en variable (en bolsa) es un riesgo elevado, ya que puede que cuando llegue el momento de cancelarlo y empezar a recuperar el dinero nos coincida en un ciclo bajo y hayamos perdido rentabilidad con respecto a la que tendríamos 3 años antes o 3 años después de la fecha de jubilación.

Pero si hablamos, por ejemplo, de los planes de pensiones como producto de ahorro a largo y muy largo plazo, lógicamente deberíamos de aprovechar la parte a variable para conseguir rentabilizar más nuestros ahorros.

Escoger un plan de pensiones de renta fija cuando nos quedan 25 años hasta jubilarnos puede que signifique perder dinero. Lo mismo si escogemos uno de renta variable pura ya que, como dijimos antes, dependiendo de la parte del ciclo económico en la que nos encontremos cuando lleguemos a la edad de jubilación podemos llevarnos sorpresas.

Por eso hoy hablamos de los planes de pensiones que se conocen como mixtos y entre los que nos encontramos los planes de pensiones de renta fija mixta y los planes de pensiones de renta variable mixta.

Como os podéis imaginar, lo de mixto se refieren a que parte de la inversión se hará en activos de renta fija sin riesgo y parte en activos de renta variable como es la bolsa. Si la mayoría de la inversión es en renta fija, hablamos de planes de pensiones de renta fija mixta y si por lo contrario la mayor parte de los activos del fondo donde está nuestro plan son de renta variable hablaremos de planes de pensiones de renta variable mixta.

Con independencia del tipo de renta fija o variable que se escoja y si los porcentajes son diferentes, dos deben de ser los actores a analizar para escoger nuestro plan de pensiones. Lo primero es la edad que tenemos y por lo tanto el tiempo que nos queda hasta la edad de jubilación. Lo segundo es la evolución histórica de las rentabilidades que ha tenido en los últimos años el plan que hayamos escogido.

Si nos faltan al menos 25 años para jubilarnos, hablamos de que probablemente nos quedan por pasar más de un ciclo económico con lo cual la opción de contratar un plan de pensiones variable mixto resulta más interesante. A medida que pasen los años y viendo la rentabilidad que hayamos tenido, cuando nos acerquemos a la edad de jubilación podremos cambiarlo a un plan de pensiones de renta fija mixta o incluso de renta fija pura. Ganaremos menos probablemente pero correremos menso riesgos.

Si por lo contrario hablamos de que tenemos más de 55 años, escoger un plan de pensiones variable mixto conlleva más riesgo que cogerlo del tipo fijo mixto ya que puede que los ciclos económicos nos pillen mal llegada la jubilación.

La edad por lo tanto es un factor clave para escoger un tipo u otro. En el segundo punto veamos con unos ejemplos las rentabilidades que en los últimos años han dado diferentes planes.

Por ejemplo si empezamos por los planes de pensiones de renta variable mixta vemos este denominado P.P. Bestinver Ahorro de Bestinver que en los últimos años ha dado las siguientes rentabilidades: a 1 año el 12,48%, a 3 años el 6,06%, a 5 años el 3,01% y a 10 años el 9,89%. Vemos que ha experimentado subidas y bajadas, típico de los diferentes ciclos económicos. Si nos quedan muchos años hasta la jubilación es una opción interesante. Otro por ejemplo el Avante Variable de Caser nos da a 1 año el 6,95%, a 3 años el 4,00%, a 5 años el 0,61%, y a 10 años el 4,67%. Ocurre como en el caso anterior que ha oscilado, en porcentajes menores, pero de igual manera. Ambos nos permiten ver que siguen ciclos económicos similares y que la diferente rentabilidad solo depende de los diferentes activos en los que se ha invertido.

Si vamos a planes de pensiones de renta fija mixta, vemos por ejemplo este denominado Fipen Ii CNP Vida que ha dado de rentabilidades el 1 año el 12,30%, a 3 años el 6,06%, a 5 años el 3,39% y a 10 años el 3,77%, o este otro Deutsche Bank I Plus de Deutsche Zurich Pensiones que ofrece las rentabilidades de a 1 año el 11,27%, a 3 años el 3,15%, a 5 años el 2,34% y a 10 años el 3,51%. En ambos casos vemos que en el último año la rentabilidad se ha disparado, sobre todo porque invierten mayormente en deuda pública que ha estado al alza desde hace dos años para aquí. Pero en el resto de los años vemos que la rentabilidad es bastante similar y depende menos de los ciclos económicos. Está claro que son más apto estos planes para aquellos ahorradores que tienen más próxima la edad de jubilación.

En definitiva, y teniendo en cuenta la máxima de que rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras aunque si indican tendencias y ciclos, escoger entre planes de pensiones de renta fija mixta o renta variable mixta, dependerá de la edad del cliente, su grado de aversión al riesgo y de cómo haya funcionado hasta la fecha el plan escogido en términos de rentabilidad.