Con el comienzo del año muchos trabajadores han visto cómo su salario se ha reducido en el mes de enero porque la retención del IRPF que aplica su empresa en la nómina se ha elevado y, por lo tanto, el salario neto que finalmente reciben es menor que en diciembre. ¿A qué se debe esta diferencia? ¿Es correcta?

Las empresas están obligadas a retener a sus trabajadores un porcentaje de la nómina en función de la tabla del IRPF que pone la Agencia Tributaria a disposición de los empleadores. De acuerdo con el salario bruto y las circunstancias personales de cada uno, la retención del IRPF a aplicar varía.

La empresa calcula entonces qué importe de tu salario bruto debes pagar a Hacienda en concepto de IRPF y te lo va descontando de tu nómina mes a mes. Esto puede hacerlo de forma prorrateada entre las 12 o 14 pagas salariales o puede aplicar un porcentaje menor del que te corresponde los primeros meses del año y luego ajustar el porcentaje elevándolo los meses finales, o viceversa, de ahí los vaivenes que se pueden producir en la retención.

Declaración de la Renta

También debes tener en cuenta que si con el comienzo del año has tenido la fortuna de recibir un aumento de sueldo, has tenido un hijo o has abierto un plan de pensiones, estas circunstancias pueden hacer que el tipo de retención que te aplica la empresa pueda subir (aumento del salario) o bajar (tener un hijo, cuidar de algún dependiente o aplicarte alguna deducción, por ejemplo por planes de pensiones).

En cualquier caso, lo que sí deben hacer las empresas, porque así están obligadas por la normativa, es descontar correctamente el importe anual de tu salario bruto que debes pagar al fisco, del tal manera que en el conjunto del año no hayas pagado ni un euro de más ni un euro de menos.

En caso de que haya habido algún error, tampoco debe preocuparte en exceso, puesto que en la Campaña de la Renta puedes ponerte al día con Hacienda a la hora de hacer la declaración. No estás obligado si percibes un salario bruto anual inferior a los 22.000 euros, pero conviene que la hagas por si tu empresa te ha aplicado incorrectamente las retenciones y has pagado a Hacienda más de lo que te corresponde. En ese caso, la Agencia Tributaria te lo devolverá, aunque si has pagado de menos, tendrás que abonar la diferencia y la declaración te saldrá a pagar.

Hay otra manera de evitar este tipo de 'sustos' y es descargándote la aplicación del cálculo de retenciones que pone la Agencia Tributaria a disposición de los contribuyentes todos los años en el mes de enero. Con esta herramienta puedes calcular con exactitud cuál es el porcentaje de retención que te corresponde con sólo consignar tu salario bruto anual y tus circunstancias familiares y personales, y comunicar a tu empresa que te retenga todos los meses ese porcentaje.

Además, los empleadores, también con la finalidad de aplicar correctamente el porcentaje de retención, pueden solicitar a sus trabajadores que les entreguen el modelo 145 de Hacienda de 'Comunicación de datos al pagador', en el que deben incluir cuál es su situación familiar (casado, soltero, divorciado), si tiene hijos o ascendientes o discapacitados a su cargo o si realiza pagos por adquisición o rehabilitación de vivienda que den derecho a la deducción correspondiente en el IRPF.