¿Deja comida en el plato? ¿Cuando va a comprar con la idea de cocinar macarrones, acaba llevándose también unos garbanzos? ¿Guarda las sobras en la nevera y las tira a los dos días? ¿Tira el pan del día anterior? ¿Compra manzanas sólo si son lustrosas como la de Blancanieves? Si responde que sí a estas preguntas, usted no es ajeno a un problema mundial de enorme dimensión: se derrocha un tercio de los alimentos que se producen.

Lo desperdiciado cuesta unos 900.000 millones de euros al año. En EE.UU., en los hogares se desecha lo equivalente al 9% del gasto alimentario; en España, se estima en 250 €/persona/año.

La cadena alimentaria humana es muy ineficiente. La alerta global la dio la Organización para la Alimentación de las Naciones Unidas, la FAO, a principios de la década, al cuantificar que se desperdicia casi un tercio de los alimentos que se producen (el 32%), cuando casi 900 millones de personas pasan hambre.

El desaprovechamiento se da en todos los eslabones de la cadena alimentaria. En los países en desarrollo, más entre la producción y la distribución; en los industrializados, más en el consumo. "Hay que atacar globalmente el problema, trabajando con todos los sectores, en todas las fases", indica David Rogers, director de programas internacionales de WRAP, la organización que lidera el mayor aprovechamiento en Gran Bretaña y trabaja para extender sus acciones por toda Europa.

Si recopilamos los datos aportados por la ONU, FAO, CE, World Resources Institute, Ministerio de Agricultura, e Hispacoc podemos calcular la cantidad de comida que se desperdicia en cada fase de la cadena alimentaria:

Producción: 12,48%

De la producción de alimentos, un 12,48% se desecha en origen: en la granja o al procesarlos. La UE estimó que del tercio total que se desperdicia, el 39% se da en esta fase.

Causas

  • Se desecha fruta y verdura que no cumple requisitos comerciales y pescado pequeño.
  • La fruta recogida madura se estropea, y si se recoge verde, para alargar su vida, a veces no cumple los estándares.
  • Por políticas de precio, sobreproducción... al granjero le sale más caro recolectar que dejarlo en el campo.
  • Falta de almacenes y transporte adecuados.
  • Defectos de envasado.

Distribución: 1,6%

Del desperdicio, un 5% se da en el sector mayorista del comercio, dice la Comisión Europea (CE); otros estudios elevan el porcentaje.

Causas

  • El envase que se estropea en el transporte no se vende.
  • En el comercio pequeño, el producto fresco no está en condiciones de temperatura, humedad€
  • Apilar la fruta hace que la de abajo se estropee.
  • Los grandes comercios reponen producto constantemente, y los consumidores cogen el que caduca más tarde; mucho debe retirarse del estante a punto de caducar y ya no se vende.

Restauración: 4,48%

A restaurantes, catering, comedores comunitarios (escuelas, hospitales...) se atribuye el 14% del desperdicio. El activista Tristram Stuart estimó que el 24%-35% de los menús escolares acaban en la basura en Gran Bretaña, y un estudio finlandés calculó que se tira el 20% de la comida servida en restaurantes y catering.

Causas

  • Por mala calidad, cocinado inapropiado o por servir los platos ya fríos.
  • Mala previsión de compras y menús.
  • Mal cálculo de las raciones.
  • Hay normas que prohíben reutilizar todo alimento ya emplatado.

Hogar: 13,44%

La CE atribuye al consumidor el 42% del desperdicio, por lo que desaprovecha en casa (al menos 0,5 kg/persona/semana en Europa) y en restaurantes. Los hogares españoles tiraron 1.325,9 millones de kilos de alimentos en el 2015.

Causas

  • Se tira sobrante de las comidas y alimentos que se olvidan en la nevera.
  • Se conserva mal la comida.
  • Se cree que se ha excedido la fecha de caducidad y sólo es la de consumo preferente.
  • Se compra más de lo que se va a consumir. Las ofertas 2x1 o 3x2, en Gran Bretaña, son un tercio del gasto de la cesta.

Consumo real: 68%

En el mundo se producen más de 4.000 millones de toneladas de alimentos al año, de los cuales sólo se consume el 68%, estimó la FAO, y 1.300 millones (el 32%, el 24% si se traduce a calorías) se desaprovechan.

Coste

Lo desperdiciado cuesta unos 900.000 millones de euros al año. En EE.UU., en los hogares se desecha lo equivalente al 9% del gasto alimentario; en España, se estima en 250 €/persona/año.

Consejos para evitar este despilfarro

Aunque no sean los únicos culpables del desperdicio alimentario, los consumidores infravaloran lo que desaprovechan: creen que tiran un 4% de sus alimentos, pero es un 18% según un estudio que hizo la organización Hispacoc en el 2012. Los consejos de las distintas entidades y organizaciones coinciden:

PLANIFIQUE los menús antes de hacer la compra semanal y revise qué tiene en la despensa.

PIENSE EN EL COSTE. Tirar comida es tirar dinero.

COMPRE LO JUSTO. En lo posible, a granel, para coger la cantidad que sabe que consumirá.

TEMPORADA. Compre productos de temporada principalmente.

CADUCIDAD. Recuerde que fecha de consumo preferente y fecha de caducidad no son lo mismo. Si no va a comer el alimento en unos días, ¿para qué comprarlo? Si lo compra y no lo va a consumir enseguida, coja la fecha de consumo más larga, pero recuerde que, según WRAP, el 54% de lo que se tira es porque no se consume a tiempo, y un 41%, por raciones excesivas.

RACIONES. No cocine ni sirva más de lo necesario.

SOBRAS. Aprovéchelas en la siguiente comida (échele creatividad a las recetas) o congélelas. La fruta muy madura se puede usar para zumos o pasteles; los vegetales que pierden la frescura, para caldos, purés? Tire sólo lo imposible de aprovechar. Si come en la oficina, lleve táper, le ayudará a aprovechar alimentos sobrantes. Si come en el restaurante, pida que le envasen las sobras para llevar (lo que en EE.UU. llaman doggy bag, goodie bag en Dinamarca).

CONSERVE bien los alimentos, según las recomendaciones del envase. La nevera debe estar a 5°C, y el congelador, a -18°C. Si compra un envase nuevo, consuma antes el que ya tenía.

CONGELE lo que sobre en raciones, de las que podrá echar mano cuando no tenga tiempo o ganas de cocinar. Y congele el pan que sobre. Sólo hay que sacarlo del congelador dos horas antes de comerlo.

COMPOST. Con los restos orgánicos, pruebe a hacer compost para nutrir sus plantas.