Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Descubirmiento

Hallan intacta una vasija del siglo XVI al excavar un solar privado de Benetússer

El lebrillo estaba in situ junto a un pequeño lagar que más tarde se convirtió en un taller de elaboración de vino - La pieza tiene una tipología muy curiosa

Hallan intacta una vasija del siglo XVI al excavar un solar privado de Benetússer

Los trabajos arqueológicos desarrollados este verano en un solar privado de Benetússer han sacado a la luz un recipiente cerámico del siglo XVI completamente intacto. Actualmente la pieza está en estudio debido a que su tipología «es muy diferente» a lo que resulta habitual para una vasija, según explica la directora de la excavación, la arqueóloga Manuela Raga y Rubio. En principio, todo apunta a que «se trata probablemente de un cossi, un recipiente usado como contenedor pero con planta cilíndrica y forma de sombrero de copa», detalla la especialista.

Lo extraño es que si el elemento se empleó para recoger algún tipo de excedente, como sospechan los entendidos, su cerámica no sea vidriada. «Es una pieza modesta decorada con bandas pintadas con manganeso que, casi con toda seguridad, se utilizó como lebrillo» en un primigenio lagar que también ha salido a la luz durante las prospecciones. En concreto, su misión habría sido recoger los restos de líquido que se perdían tras decantar el mosto a las vasijas.

Ese trullo pudo ser, de hecho, el primer vestigio de lo que después, ya en el siglo XVII, sería un taller artesanal de elaboración de vino. «Estaba in situ en una habitación, tal como habría estado en pleno funcionamiento de ese lagar describe Raga, lo que sucede es que, al ampliar el negocio, siemplemente echaron tierra encima y volvieron a construir a mayor nivel, lo que ha permitido encontrar la pieza en su sitio original y en perfecto estado de conservación».

Y es que el solar pasó por varios momentos de ocupación desde la época bajomedieval, cuando apenas era poco más que una zona de huerta en la que luego surgió una vivienda rural asociada a ese área de cultivo. Posteriormente, ya en el siglo XVI, la estructura se amplió para dar cabida a una pequeña balsa en la que pisar uva para extraer el mosto. El negocio se fue extendiendo poco a poco hasta que, ya en el siglo XVII, se convirtió en un taller de elaboración de vino.

«Un valor añadido interesante»

La mayor virtud del cossi hallado en el subsuelo de Benetússer no es (de momento) su tipología, sino el estado en que se encuentra. «Pese a que es una pieza modesta, lo cierto es que está intacta (apenas se ha fragmentado en uno de los bordes) y eso le da un valor añadido muy interesante, sobre todo para el museo municipal», señala la arqueóloga.

Por eso, una de las intenciones del hasta hace poco concejal de Patrimonio, José Enrique Aguar, era emplear ese lebrillo y el resto de material recuperado en las excavaciones para organizar una exposición temporal que ocuparía una de las salas del museo. El regidor fue también el impulsor de las prospecciones arqueológicas, que han durado mes y medio y que han sido financiadas por el Ayuntamiento de Benetússer.

Compartir el artículo

stats