El alcalde de Albalat dels Sorells, José Rafael Tamarit (PP), ha destituido al jefe de la Policía Local, Juan Alfonso Primo, al entender que el agente habría ocupado su puesto de trabajo de forma interina «más allá del término temporal que la norma establece». Curiosamente, ha sido el propio Tamarit el que desde octubre de 2013 y hasta en dos ocasiones ha prorrogado el nombramiento de Primo como oficial jefe pese haber superado el plazo establecido legalmente al encontrarse el policía en comisión de servicios.
Así lo ha denunciado hasta en dos ocasiones el delegado de Personal del ayuntamiento, Francisco Cebrián (del sindicato Spplb), y se analizó en la vista celebrada el lunes 12 de enero en el Juzgado de lo contencioso administrativo número 7 de Valencia, cinco días después de que el alcalde destituyera a su jefe de la Policía. En su resolución del pasado 7 de enero, el propio regidor relacionaba la destitución de Primo y la vista del pasado lunes al especificar que «para evitar perjuicios a esta corporación en la posible estimación del recurso y la condena a costas procesales, esta alcaldía estima que sería conveniente atender las alegaciones que ha realizado la parte [es decir, Cebrián] en el procedimiento».
Tal como explicó ayer el delegado de Personal, Alfonso Primo fue nombrado mediante un procedimiento de libre designación oficial jefe de la Policía Local el 1 de octubre de 2010 al ocupar una plaza de agente (la RPT-17) tras llegar desde Paterna en comisión de servicios. El 1 de octubre de 2011 el alcalde renovó el nombramiento de Primo pero, en esta ocasión, lo comisionó a una plaza de oficial (la RPT-9), diferente a la primera, que era de un agente. Y en octubre de 2012, «eludiendo ya el plazo máximo de los dos años que la ley permite para las comisiones de servicio» advierte Cebrián, le volvió a renovar como responsable de la plantilla policial al asignarle durante un año más misma plaza de oficial.
No fue hasta octubre de 2013 cuando Cebrián interpuso el primer recurso de reposición después de que Tamarit volviera a nombrar oficial jefe de Policía a Alfonso Primo al adscribirlo en comisión de servicios al puesto del agente por el que entró en 2010 (es decir, la plaza RPT-17). «Lo nombra oficial jefe con un simple decreto de alcaldía, sin ningún tipo de procedimiento, todo ello totalmente en fraude de ley».
Aun después del recurso y de que el juzgado señalase la vista para el 12 de enero, el 30 de septiembre de 2014 el Ayuntamiento de Albalat volvió a renovar (por cuarta vez consecutiva) la comisión de su jefe de Policía en la misma plaza (la RPT-17) hasta el 30 de septiembre de 2015. «De la citada resolución se dio cuenta en la mesa general de negociación del 10 de noviembre sin que hubiera pronunciamiento en contra», asevera Tamarit en su resolución del 7 de enero.
La juez rechaza parar la vista
Lo que sí hubo 10 días después fue la petición de ampliación del objeto de litigio por parte del representante sindical para incluir el último nombramiento de Alfonso Primo. El 30 de diciembre el secretario judicial informó al ayuntamiento de esta solicitud de ampliación, y sólo siete días después Tamarit firmó el decreto por el que destituía a su jefe de Policía. «A la vista de los actos administrativos impugnados y de los motivos que alega la demandante en su ampliación de la demanda, pudiera entenderse que ha existido una reiteración en la provisión del puesto de trabajo mediante el sistema de comisión de servicios, más allá del término temporal que la norma establece», reconoce el acalde. Por ello, Tamarit resuelve «revocar el nombramiento en comisión de servicios de Alfonso Primo y la asignación de las funciones de oficial jefe».
Según explica Cebrián, el abogado del ayuntamiento pidió el mismo lunes la suspensión de la vista al haber una «satisfacción extraprocesal» tras haber sido cesado cinco días antes el jefe de Policía. La abogada de Spplb se opuso a la petición, la juez mantuvo la celebración de la vista y la defensa del consistorio tuvo que defender su actuación pese a haber asegurado al principio que se había dado una «satisfacción extraprocesal».
