Corría la década de los setenta, el fin de la dictadura, el inicio de la democracia. Mislata era un municipio de aluvión, que en pocas décadas había abandonado su carácter huertano para acoger a miles de inmigrantes de toda España que buscaban en Valencia un presente mejor. Las nuevas oportunidades políticas y sociales de la transición y la necesidad de reivindicación constante de una población en crecimiento exponencial, dieron como resultado el nacimiento de la Asociación de Vecinos de Mislata (AVM), una de las más veteranas y activas de toda la Comunitat Valenciana.
Hoy, la AVM es una de las tres patas (hasta hace unos años eran cuatro) que forman la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos de Mislata, entidad formada en 2006 de la que también forman parte la Asociación de Vecinos de Favara y Adyacentes (nacida en la década de los ochenta del pasado siglo) y la del Barrio del Quint, surgida en aquel mismo 2006. Fue precisamente la más novata de las tres la que propuso la creación de la Coordinadora «ante la necesidad de solucionar problemas que afectaban a toda la población, como era el de la cesión del Hospital Militar, la de los cuarteles para hacer un centro multiasistencial, la falta de aparcamientos o el colector general de aguas de la calle San Antonio».
Así resume Julián Martínez, portavoz de la entidad, los orígenes de este proyecto en el que las tres asociaciones que lo conforman actúan siguiendo el viejo principio de que cada «taifa» ceda terreno en busca de un bien común. «Las tres asociaciones son soberanas en su territorio, cada una se organiza a su manera y lleva adelante sus actividades „explica Martínez„. Pero cuando alguna plantea un problema que puede afectar a toda la población, como puede ser el caso del hospital, es cuando actúa la Coordinadora».
Efectivamente, el del Hospital Militar es un buen ejemplo de la lucha municipal que lleva a cabo la entidad. No sólo ha organizado decenas de manifestaciones y protestas exigiendo que las instalaciones del Vázquez Bernabeu sean de gestión pública, sino que ha puesto de acuerdo a partidos políticos, sindicatos y decenas de asociaciones locales de todo tipo para reclamar este objetivo. «La del hospital es una lucha de la que aún no estamos satisfechos porque aún no hemos conseguido el objetivo que nos marcamos cuando la Coordinadora nació en 2006 „reconoce su portavoz„. Pero ya hemos logrado el compromiso de varios partidos políticos de retirar la concesión privada tras próximas elecciones».
Según los últimos cálculos, la suma de las tres asociaciones que forman la Coordinadora da voz a unos 8.000 mislateros, lo que representa casi al 20 por ciento de los habitantes de uno de los municipios con mayor densidad de población de Europa. «En un territorio de 2 kilómetros cuadrados vivimos más de 43.000 personas, por eso en Mislata el asociacionismo siempre ha sido tan importante, porque los vecinos tenían necesidad de organizarse y de que se les escuchara „señala Martínez„. Por eso, la Coordinadora intenta hacer llegar las reivindicaciones vecinales hasta los políticos. Las asociaciones vecinales somos como pequeños ayuntamientos de barrio y muchas veces la gente prefiere comunicarnos a nosotros sus problemas, porque nos ve más cerca. De todas formas, hay que dejar claro que no somos una entidad política aunque nos toca estar en contacto con la política».
Los tiempos en los que nació la Asociación de Vecinos de Mislata ya no son los actuales, pero su objetivo reivindicador, impulsado ahora desde la Coordinadora, sigue estando vigente. «Nuestra importancia a nivel local no ha parado de crecer y de otros municipios de l´Horta nos piden consejo para organizarse. El secreto, al final,es que siempre procuramos hacer propuestas racionales en busca del bien común», concluye Martínez.
