El colegio público Ciutat de Cremona es la realidad de ocho años de engaños, excusas y mentiras constantes de la Conselleria de Educación, de sus distintos responsables y especialmente de su actual consellera, Maria José Català, que se comprometió personalmente en una reunión con los representantes de los padres y madres, ante la alcaldesa y el resto de concejales, incluido quien les habla, a construir el centro. De eso han pasado cuatro años y seguimos sin colegio.
Un barracón cuesta unos 600 euros al mes de alquiler. El Cremona tiene 38, lo que supone un gasto mensual de 22.800 euros, o lo que es lo mismo, 273.000 euros al año. Si multiplicamos esta cifra por los 8 años de andadura del colegio, la cifra alcanza los 2.188.800 euros, la mitad de lo que costaría construirlo. Si cogemos esos más de 7200 euros al año que cuesta el alquiler de un barracón y lo multiplicamos por los 900 barracones de media que ha habido en la comunidad en la última década, la cifra es escalofriante: 64.800.000 de euros. Con este dinero se podría haber construido no todos, pero sí más de un colegio y seguramente faltarían bastantes menos por hacer.
¿Hay dinero o no hay dinero para construir colegios? O tal vez, la pregunta es, ¿se quiere o no se quiere construir el colegio? Este es uno de los mayores capítulos de dejadez, incompetencia y desidia escritos por la Generalitat y que no es más que el reflejo de la política educativa del Partido Popular de la Comunidad Valenciana. Está claro que no creen en lo público, en lo que es de todos y de todas. No creen en las 500 familias de Alaquàs, en sus hijos e hijas y en el profesorado que desde sus inicios creó en este proyecto educativo y que hicieron del Cremona un colegio excelente.
El Ayuntamiento de Alaquàs ha trabajado y puesto a disposición de la conselleria con la mayor agilidad posible todo lo que era de nuestra responsabilidad. Y todo por una única razón: porque creemos en lo público. Pondré dos ejemplos de este compromiso. El primero, nuestro Centro de Personas Adultas ubicado en el Castell; el segundo, nuestra Escola Municipal Infantil, ubicada en una alquería rehabilitada, ambos de titularidad municipal. El Cremona, cuya responsable es la Conselleria de Educación, en barracones.
Nosotros continuaremos trabajando y apoyando cada iniciativa del colegio. Si hay que manifestarnos, nos manifestaremos, si hay que acampar, acamparemos. Este es un pueblo digno que merece el respeto de todas las instituciones y el derecho de todos sus vecinos a una educación pública y de calidad.
