Cambio. Así se pronunciaron los vecinos de Paterna al votar en las elecciones del pasado domingo 24 de mayo, pues con sus sufragios dictaminaron que el ayuntamiento y sus políticas deben girar del centroderecha hacia la izquierda. No sólo el PSPV ganó los comicios frente al Partido Popular y Compromís empató con ambos a seis concejales, sino que los partidos de izquierda —incluidos EU y Paterna sí se puede (la marca local de Podemos)— sumaron un total de 19.572 votos frente los 11.154 sufragios de populares y Ciudadanos, que logró cuatro escaños.

Ante este nuevo panorama de seis partidos con representación en la nueva corporación, ¿cómo será la ciudad que puede proyectar el futuro gobierno progresista? Este ejecutivo local aún está por decidir si está encabezado por un alcalde del PSPV o de Compromís, pues ambas fuerzas tienen posibilidades y de momento postulan a sus candidatos Juan Antonio Sagredo y Juanma Ramón, respectivamente.

El futuro gobierno tendrá sobre la mesa continuar las gestiones o enterrar definitivamente los dos grandes proyectos que empezaron a tramitarse con el exalcalde del PP Lorenzo Agustí. La zona franca que en teoría estaba a la espera de un gran inversor y de la aprobación del Gobierno central si éste aparecía. Y el megacentro comercial y de ocio Puerto Mediterráneo, cuya tramitación está en la Generalitat a través de una Actuación Territorial Estratégica (ATE).

Si es alcalde, el socialista Sagredo asegura que consultará a la población si quiere estos proyectos. «Nos presentamos para cambiar Paterna y la política. Se ha acabado eso de que las decisiones las tomen entre cuatro», precisó el secretario general del PSPV, para añadir que tal como ha dejado el PP estas iniciativas, el PSOE está en contra a la espera de tener más información.

En el caso de Puerto Mediterráneo, aseguran que la competencia ya es autonómica y se reunirían con el más que probable presidente del Consell, el socialista Ximo Puig, pues la inversión es privada y hay depositado un aval, pero los socialistas de Paterna presentaron alegaciones para que el proyecto fuera medioambientalmente sostenible. Y en el caso de la zona franca, apuntan que el ayuntamiento no desembolsará ni un euro para la compra o alquiler de los terrenos, tal como preveía el anterior gobierno popular, además de estudiar «si realmente hay algo sólido respecto a este proyecto», añaden.

Pero si los socialistas necesitan a Compromís para formar gobierno se van a encontrar con la postura contraria a ambos proyectos, porque su candidato Juanma Ramón aboga por una moratoria urbanística que no incremente el suelo urbanizable, además de por la protección de La Mola como paraje natural municipal. Si Compromís entra en un futuro Consell, también expondrá su rechazo a Puerto Mediterráneo.

Aquí encontraría un aliado en EU, cuyo líder Javier Parra también rechaza estos megaproyectos. Por eso ya ha asegurado que «esa es una línea roja de EU, acabar con los megaproyectos del PP, y parece que el PSOE empieza a verlos con buenos ojos. Por esa vía el PSOE quedará aislado».

Sagredo se ha comprometido ante notario a cumplir más de treinta propuestas en menos de tres años y si no las lleva a cabo proclamó que se iría a casa. Como primeras medidas si es elegido alcalde, impulsará una bolsa de empleo temporal y rotatoria, creará una línea de autobús municipal que conecte con la nueva Fe, revisará los valores catastrales para «tener un IBI justo», además de promover una inspección del estado de los colegios de cara al próximo curso. Además de fomentar la transparencia y la participación ciudadana, el PSOE reclamará al Gobierno central la cesión de terrenos del cuartel para uso vecinal, tal como ha reclamado varias veces la Asociación de Campamento.

Ayer, Compromís abogó por rebajar el sueldo del alcalde y mantener congelado el de concejales liberados y asesores. Ramón, entre sus primeras prioridades tanto si es alcalde como si forma gobierno, reclamará la puesta en marcha de un Plan de Emergencia Social y Alimentaria dotado con un millón de euros, además de abrir los comedores escolares todo el año. Y recuperará los presupuestos participativos para que el vecino decida dónde invertir.