La tromba de agua volvió a sacudir con violencia el barrio de Lauri-Volpi de Burjassot. No sólo se anegaron muchos bajos, sino también afloraron de los sumideros aguas residuales, heces y suciedad. La fuerza del agua llegó a levantar tapas de alcantarilla lo que supuso un riesgo para la circulación. Según algunos vecinos, «incluso los váteres de las viviendas, algunos desde un cuarto piso, regurgitaban inmundicias».
Como consecuencia del temporal y las deficiencias del alcantarillado, el túnel de la calle Camp del Cigronet y el paso peatonal subterráneo de la calle Náquera se inundaron. Ambos conectan las dos partes de la barrida que la línea 1 de Metrovalencia divide y se cerraron al tráfico dos días. En estas circunstancias, peatones como vehículos se vieron obligados a dar un largo rodeo hasta las estaciones de Godella o de Burjassot-Godella, equidistantes del túnel.
La presidenta de la Asociación de Vecinos Lauri-Volpi, Reme Blázquez, manifestó que «un nuevo colector de pluviales, cuya construcción la Conselleria de Infraestructuras tiene pendiente en desde septiembre de 2007, es imprescindible para prevenir y evitar daños materiales y molestias».
El colectivo vecinal ha decidido, en el momento en que se constituyan definitivamente los gobiernos municipal y autonómico, «solicitar una entrevista al alcalde de Burjassot, Rafa García, y al responsable de Infraestructuras de la Generalitat» para abordar «este problema que no cesa».
Por otra parte, la caída de un rayo provocó daños en la Casa de la Cultura donde la radio municipal ha quedado fuera de servicio por avería en el emisor y en la mesa de control. Asimismo, la Red Wifi no funcionaba.
