Vecinos de la calle San Nicolás de Torrent han colgado una pancarta contra la colocación de una antena de telefonía móvil cuya licencia la firmó el nuevo gobierno el pasado 1 de julio, de forma paralela a la rúbrica del permiso para la de la vía Canónigo Gisbert, cuyos residentes protagonizaron en su día una fuerte movilización con protestas y caceroladas.
El Partido Popular ha criticado la firma de ambas antenas «por sorpresa» y «sin avisar a los vecinos, ni dialogar con ellos», por el malestar que se está generando en ambas zonas y «teniendo en cuenta la experiencia y los conflictos que han generado en la última década las antenas en Torrent». La exalcaldesa Amparo Folgado critica además que «cuando los vecinos fueron a preguntar, les dijeron que no sabían nada y resulta que ya habían firmado la licencia».
En el caso de Canónigo Gisbert, su instalación se paralizó en 2006 por el gobierno socialista de Josep Bresó y posteriormente el PP evitó dar la licencia ocho años, como ha recordado Folgado.
Por su parte, la nueva concejala de Urbanismo, Inma Amat, explica que ambas licencias tenían todos los informes técnicos favorables y, de hecho, «las operadoras tenían la licencia por silencio administrativo, la primera desde noviembre de 2013 y la segunda desde marzo de 2014. No obstante, las operadoras pidieron una confirmación escrita y «estaba pendiente desde entonces». Con el cambio de gobierno, el departamento de Urbanismo activó ambos expedientes y la concejala firmó la licencia porque «lo contrario hubiera sido cometer prevaricación administrativa y arriesgarse a una multa».
La edila reconoció, no obstante, que desconocía el malestar ciudadano que había detrás de ambas antenas.
