Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Hacienda reclama pagar a una activista de la PAH por una casa que se quedó el banco

Gema Palomo presenta un recurso y recrimina a los funcionarios que no conozcan los cambios de la ley

Dos años después de conseguir que el banco le aceptara la dación en pago de su vivienda en Alaquàs, que no podía afrontar al estar sin ingresos y con un hijo menor, la activista de la PAH Gema Palomo se ha encontrado con que Hacienda le reclama por el supuesto incremento de patrimonio que para ella supuso la operación. Palomo acudió a la Agencia Tributaria por el abono de una multa y al pedir un certificado escrito de que estaba al día de pagos, se encontró con que le recriminaron que en su declaración de la Renta de 2013, no había incluido la «compra-venta» de su vivienda.

En realidad y como ya publicó este diario, Palomo batalló casi dos años con el banco con ayuda de la PAH y al final logró la dación en pago con extinción de la deuda, que se formalizó como una compra-venta que le realizó la inmobiliaria de la entidad financiera.

Dado que había adquirido su piso por 90.000 euros en 2005 —a través de un préstamo hipotecario de 35.000 y uno personal por el resto— y el inmueble se valoraba por el banco en 110.000 en el momento de hacer la dación, la diferencia de 75.000 se consideraba por Hacienda un incremento patrimonial, aunque no percibió ni un euro y perdió su casa. Y de esa cifra debía pagar un 20%, unos 15.000 euros. «Cuando la funcionaria me lo dijo, me derrumbé y reviví todo el maltrato de los bancos en los tiempos en que no tenía tanta información para defenderme y llegaron a anularme», dice.

Palomo ha presentado un recurso basado en un formulario que tiene la PAH para recurrir cobros de Hacienda y plusvalías «porque la legislación cambió en 2014 y tiene carácter retroactivo, y no nos corresponde pagar».

La activista, hoy en PAH Hoya de Buñol-Chiva, confía en ganarlo porque «hasta ahora se han anulado todos». No obstante, ve lamentable que «los propios funcionarios estatales no conozcan las leyes y sus cambios y hagan pasar a los ciudadanos por esto. Afortunadamente yo tengo recursos para estar informada pero, ¿y el que no los tiene? ¿le dan el disgusto y le hacen pagar?», se pregunta.

Compartir el artículo

stats