Con 38 años, este ingeniero que trabaja en Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana —ha pedido la excedencia— ha logrado ser el alcalde de Paterna gracias a su victoria en las elecciones de mayo. Fue secretario general de Juventudes Socialistas en l'Horta Nord y es líder del PSOE local desde 2009.

¿Esperaba ganar las elecciones?

Por el ambiente que había en la ciudad, sobre todo en el casco urbano, teníamos muchas esperanza de poder ganar los comicios.

Pero el resultado fue muy ajustado con un empate a seis ediles entre tres partidos y el PSOE pierde un concejal.

Viendo el resultado de las elecciones andaluzas, intuíamos que íbamos a unas elecciones donde iba a ver mucha división y de hecho han entrado seis partidos en el hemiciclo. El PSOE tenía el séptimo edil al 97% escrutado y en ese tres por ciento de escrutinio bailó en cuatro partidos. El primer objetivo era ganar, que es lo conseguido y además en la primera vez que me presentaba, por lo que estamos muy contentos.

¿Vio peligrar en algún momento la alcaldía al no ponerse de acuerdo con las otras fuerzas de izquierda?

Siempre hemos defendido que la lista más votada tendría que ser la que tuviera la alcaldía y lo éramos no sólo entre la izquierda. Sí que es cierto que intentamos llegar a un acuerdo con otras fuerzas, pero tuve claro que hasta que no hubiera un acuerdo de programa no iba a hablar de nada más. Pasado el pleno de investidura se ha tendido la mano a todos los grupos, excepto al PP, para poder gobernar nuestro pueblo. La mano sigue tendida pero no hay ningún partido que, de momento, quiera dar ese paso.

Al final con quien llegó a un acuerdo fue con el PP y Ciudadanos para aprobar la organización y los salarios.

Ya hemos visto lo que esta pasando en algunos pueblos como Alaquàs, Moncada o Burjassot con pactos de toda índole. Es cierto que con seis grupos es complicado y después de cinco juntas se tuvo que llegar a un acuerdo por mayoría en vez de por consenso. Unos partidos querían imponer su mayoría y al final se impuso otra. Había un acuerdo entre 19 concejales [en alusión a PP, Compromís, EU, C's y Podemos], excepto los del PSOE, pero lo que pasa es que al final se rompe y ellos también tendrán que valorar por qué. Pero a nadie se le debe escapar que cuatro años son muy largos y un día el gobierno se apoyará en EU y otro en Ciudadanos. Por el bien de los paterneros no voy a tener ningún problema en llegar a acuerdos con el partido que sea.

¿Teme que la izquierda, que ya le echa en cara el «pacto del retrete» con el PP, bloquee sus propuestas para que se visualice su minoría de seis ediles?

Espero que los políticos que han sido elegidos sean lo suficientemente responsables y tengan la suficiente altura miras para no estar intentando fastidiar al gobierno socialista por tener réditos electorales porque hay que tener claro que la gestión hay que sacarla adelante. Al final tenemos que apelar a la oposición para que nos eche una mano y llevar adelante proyectos. Al principio, cuando se habla de sueldos uno se pone más nervioso que otro, pero con el tiempo las aguas se calman y la responsabilidad estará por encima de todo. Debemos contar con una oposición responsable que bajo mi punto de vista no actuó con la altura de miras que debiera en el último pleno, al tumbarnos que el vecino pueda pedir el certificado de empadronamiento a través de internet, así como resolver la situación laboral de la defensora del vecino, porque el interventor nos dice que se puede incurrir en responsabilidad contable si se le seguía abonando el salario estando en situación de personal eventual. Al final parece que cuando Compromís llega a un acuerdo con el PP, EU o Podemos es un acuerdo, pero cuando lo hace el PSOE de forma puntual con Ciudadanos y el PP es que hemos pactado. Esa doble vara de medir se la deben hacer mirar.

¿Cuáles han sido las prioridades en estas primeras semanas?

Hemos abierto cinco comedores escolares en verano, incluso el de La Coma, porque enfatizamos en campaña que ningún niño pasara hambre. A parte del día a día lo fundamental es escuchar al vecino y atenderlo a pie de calle, así como en las redes sociales. Estamos hablando con los funcionarios para modernizar todo lo que podamos el ayuntamiento para una mejor atención al ciudadano. También hemos pedido la revisión catastral a la baja e ido al Ministerio de Defensa para que nos cedan la parte de los cuarteles que no se utiliza para su uso vecinal.

¿Y cuál es la situación de los grandes proyectos? Esta semana se han desvelado facturas de gastos sobre la zona franca y está pendiente de las conclusiones.

Está en marcha la comisión de investigación de la zona franca y tras cuatro sesiones la impresión es que se ha gastado muchísimo dinero con ocho viajes del exalcalde Lorenzo Agustí a China con dinero de todos. Se empezó diciendo que no iba a costar nada y lo último que sabemos es que Hacienda está esperando a que podamos comprar los terrenos y hablamos de diez millones. Pero por ahí no va a pasar este gobierno, porque no va a gastarse ni un euro más en este proyecto.

Y si el el suelo lo compra el inversor que dice el PP que existe. Es la pescadilla que se muerde la cola. Nos hablan de un supuesto inversor de Emiratos Árabes. Y desde Hacienda dicen que hasta que no diga que sí no da el visto bueno, pero el inversor misterioso dice que hasta que Hacienda no lo apruebe no invierte. Estamos en un momento donde yo creo que es más fantasía que otra cosa y le veo poco futuro.

Y sobre Puerto Mediterráneo, ¿cuál es la situación?

Nuestra idea, como mantuvimos en el pleno, es hacer una consulta si es posible en septiembre. La posición del ayuntamiento va a ser la que decidan los ciudadanos.