Las quejas por el desmantelamiento del centro de especialidades de Aldaia siguen produciéndose también en verano. La concejala de Sanidad, Empar Folgado, acudió al centro a comprobar las informaciones que usuarios y trabajadores le trasladaban y llegó a la conclusión de que «la realidad supera la ficción más terrible, heredada de la gestión del PP, encabezonado en privatizar la atención sanitaria».
La edila reflexiona que, aunque sea verano, «ni las personas necesitadas de asistencia, ni los especialistas ni el personal pueden esperar». Y pone como ejemplo que el 13 de agosto sólo había en el centro un oftalmólogo con cuatro pacientes, una neumóloga con dos pacientes, un endocrino con cuatro usuarios, dos personas para curas, otras dos para Rayos X, «tres o cuatro enfermeras» y un pacente para rehabilitación. Y el día 17, el ginecólogo tenía que atender tres personas, en digestivo eran cuatro, y en rayos, tres.
La edila recuerda que el PSPV denuncia desde 2007 el desmantelamiento de un centro que está infrautilizado, al haberse adscrito al área de Manises, «donde no hace falta», y cree que se mantiene por la presión del municipio.
Folgado insiste en que la baja del dentista no se ha cubierto desde hace meses, ni tampoco la jubilación de otro especialista; la consulta de urólogo sólo se presta en Manises y también ha desaparecido la del optometrista, además de que se han reducido horas de fisioterapeuta. La edila teme que amorticen también las plazas de las tres enfermeras y el traumatólogo que se jubilan.
Folgado ha dado un toque de atención al Consell al informar de que la consellera de Sanidad desde su nombramiento tiene diversas peticiones suyas de entrevista, a la que avanza que pedirá medidas urgentes.
