La huerta del barrio del Quint constituye uno de los pocos vestigios que se conservan de lo que fue la histórica huerta de Mislata, prácticamente uno de los últimos espacios de cultivo del municipio que estuvo en activo hasta hace una década. Sin embargo, esta zona actualmente sigue estando afectada por el PAI El Quint II, aprobado en 2007, un plan urbanístico que de llevarse a cabo supondría su desaparición.
El interés surgido en 2009 por la preservación del antiguo «Pou del Crist de la Fe», que se encontraba entonces en estado de deterioro, dio lugar en noviembre de 2009 a una propuesta por parte de las Corts para que esta centenaria infraestructura hidráulica fuese declarada Bien de Relevancia Local. Esta proposición fue ratificada por un informe del Consell Valencià de Cultura (CVC) de enero de 2010, que además recomendó un uso cultural para el mismo, aunque esta protección no ha sido atendida por el consistorio.
A raíz de este primer dictamen, el CVC emitió un segundo informe en mayo de 2010 que recomendaba la protección integral de esta huerta histórica del barrio del Quint, situada junto al antiguo cauce del río Turia y el límite con Quart de Poblet. y enmarcada por diferentes ramales de la Acequia de Mislata. Esta huerta estuvo en activo hasta que se abandonó en el año 2005, cuando se iniciaron los trámites del PAI El Quint II.
Además, las recomendaciones del CVC fueron llevadas dos meses después al pleno del Ayuntamiento de Mislata, que aprobó por unanimidad solicitar a la Conselleria de Cultura que incoase expediente para su declaración como Bien de interés Cultural.
Sin embargo, este proceso de protección y puesta en valor de esta huerta histórica, que constituye según el CVC «el único pulmón verde» de la población, se encuentra olvidado desde hace años, por lo que resulta necesario que se retome y que se retire el mencionado PAI y la conexión prevista de la A3 con la Ronda Norte.
La ejecución de estos proyectos supondría la desaparición de prácticamente el último espacio de antigua huerta que queda por urbanizar del municipio, uno de los de mayor densidad de población de Europa, y el soterramiento de parte de un brazal de la emblemática Acequia de Mislata, una de las ocho dependientes del Tribunal de las Aguas. Todo ello a pesar de que, a su paso por Quart de Poblet, esta acequia histórica fue declarada en 2006 como Bien de Interés Cultural.
Por ello es necesario que la administración local reflexione sobre la necesidad de derogar este plan urbanístico, inicie la recuperación del uso que tuvo en origen este espacio histórico a través de iniciativas de participación ciudadana, y trabaje para que el trazado alternativo a la conexión de la Ronda Norte con la A3 únicamente tenga como motivo la preservación de esta antigua huerta y no fines urbanísticos, ya que así se evitaría su fragmentación. El Quint, un lugar que no debería desaparecer, sino todo lo contrario que se debería respetar, conservar y difundir.
