La empresa que desde 2006 se ha encargado de montar actos y fiestas para el Ayuntamiento de Torrent y que recientemente ha revelado que almacenaba recibos por orden del anterior gobierno del PP, ha facturado al consistorio 791.372 euros durante los últimos siete años, según la información a la que ha tenido acceso Levante-EMV. De ese montante global, la firma ha cobrado ya 557.372 euros; el resto (234.000) forma parte de los cargos que pasó al ayuntamiento poco antes de la toma de posesión del actual gobierno y que, ahora, éste ha declarado prescritos en su mayor parte (139.000 euros).
La elevada cantidad de dinero que la empresa ha facturado a Torrent desde 2008 „a razón de una media de 100.000 euros anuales„ llevó ayer al concejal de Hacienda, el socialista Andrés Campos, a criticar que no fuese hasta el último momento cuanto el anterior equipo de gobierno se decidió a realizar un concurso público para adjudicar el servicio.
«Las cifras eran lo suficientemente altas como para haber hecho un concurso público. Además „defendió el edil„, la Intervención municipal llevaba dos años poniendo reparos al pago de las facturas porque entendía que la firma prestaba un servicio regular» y no una contratación puntual, para la que no habría hecho falta tal concurso. Así, el departamento económico del consistorio había aconsejado en varias ocasiones «que se regularizase la situación» con dicha empresa.
Los últimos cargos que presentó y que a la postre motivaron el escándalo exigían el pago de servicios realizados en 2010 y 2011 (prescritos según la ley). Precisamente en esos años, la mercantil había facturado mucho menos de lo que era habitual „45.095 y 18.558 euros, respectivamente„, puesto que en 2009 cobró un total de 144.384 euros, mientras que en 2013 percibió un montante global 111.691 euros y, en 2014, 96.858 euros.
Para Campos, esa facturación prueba que «se intentaban compensar los años que menos se había cobrado» y en los que «en realidad se facturó igual que en otros ejercicios». Asimismo, el regidor criticó que el gobierno popular «pactase» con la firma el retraso de los cargos «para engañar a los ciudadanos y ocultarles el auténtico gasto de las fiestas, que era superior al que se decía». Fue la propia firma la que reveló ese pacto al asegurar al ayuntamiento que presentaba tarde los recibos a petición del PP.
