El Ayuntamiento de Silla busca por tierra, mar y aire al responsable de la empresa propietaria del Molí de Forés, un edificio del siglo XVIII que goza de protección patrimonial desde hace 23 años y que está totalmente en ruinas, para poder apuntalar la fachada y evitar que se venga abajo lo poco que queda de él. El consistorio pretende actuar de manera subsidiaria y estabilizar la frontera de la antigua fábrica pero, antes, debe tener autorización del dueño para acceder al inmueble, ya que se trata de una parcela privada.
Pese a que el ayuntamiento ha enviado al propietario una notificación certificada, e incluso un burofax que emitió el viernes pasado, ayer seguía sin recibir respuesta por parte de la propiedad. El regidor de Urbanismo Valentín Mateos (EUPV), aseguró ayer que esta actitud se debe a «la intención de la empresa de retrasar la ejecución de las obras» puesto que, una vez hechas, el consistorio le facturará su importe: 60.720 euros.
En las notificaciones, el consistorio recuerda a la firma que fue ella misma la que planteó la ejecución subsidiaria al afirmar, en un escrito entregado el 29 de junio, que «si de verdad al Ayuntamiento de Silla le preocupa mantener lo que queda del Molí de Forés, actualmente en ruina, puede ejecutar él mismo los trabajos y, luego, exigirnos su importe».
No es la primera vez que se reclama al propietario de la construcción que actúe de una vez en ella. Ya el anterior equipo de gobierno del PP le instó en varias ocasiones y, ante su silencio, optó por imponerle varias multas coercitivas; la última fue en mayo y consistió en una sanción de 5.968 euros. Antes, la empresa propietaria se había comprometido con el consistorio a apuntalar y estabilizar las fachadas del inmueble, que en aquellos momentos aún tenía dos frontis en pie. Sin embargo, no realizó del todo esos trabajos.
Finalmente, el 26 de junio, el nuevo gobierno local, integrado por PSPV, Compromís, EUPV y Silla En Democracia, acordó la ejecución subsidiaria y forzosa de las obras dado su «carácter urgente», tal como señalaba en un informe el arquitecto municipal.
En julio, después de que la propiedad apuntase también a una posible acción subsidiaria, se adjudicó la redacción del proyecto y, algo más tarde, se contrataron los trabajos de apuntalamiento con un plazo de ejecución de tres semanas y un presupuesto de 60.720 euros. «Se ha ido todo lo rápido que se ha podido „explicó ayer Mateos„ para salvaguardar lo que aún queda del Molí de Forés» De hecho, desde entonces sólo falta que el dueño de la parcela otorgue su expreso consentimiento a las obras y franquee el paso al consistorio, algo fundamental pero que, de momento, éste no ha conseguido.
