La empresa propietaria del Molí de Forés, un molino de 1790 que se encuentra en ruinas pese a que desde hace 23 años goza de protección patrimonial, se ha comprometido con el Ayuntamiento de Silla a apuntalar la única fachada que aún permanece en pie tras el incendio que hace un año acabó de arrasar la construcción, en desuso desde hace décadas.
Sin embargo, el consistorio, que este verano ordenó la ejecución subsidiaria de la obra ante el riesgo de que se viniese abajo, no paralizará el expediente por «temor» a que la firma «no cumpla» y el Molí «desaparezca definitivamente», como anunció el edil de Urbanismo, Valentín Mateos (EU).
La empresa dueña del edificio fue requerida hace unos días por el ayuntamiento —mediante una notificación certificada y un burofax— para que le franquease el acceso a las instalaciones, una antigua fábrica ubicada al borde de la vieja carretera nacional N-340. Con todo uno de sus representantes de la empresa aseguró a Levante-EMV que «las obras de apuntalamiento las ejecutará la propiedad». Según esta fuente, «el presupuesto» que maneja el ayuntamiento es «excesivo para los trabajos que dice que hay que realizar»: derruir los elementos inestables de muro norte y apuntalar y estabilizar la fachada, así como acreditar la retirada de cualquier resto de amianto, según detallaba el informe municipal que se elaboró a principios de verano. Pese a que inicialmente el consistorio valoró los trabajos en 65.894 euros (proyecto incluido), finalmente los ha adjudicado a una empresa por algo más de 60.720 euros.
El regidor de Urbanismo advirtió a la propiedad del Molí de Forés que «no puede hacer lo que le parezca» en el inmueble, sino que «debe seguir el proyecto que se ha redactado a propósito para esa obra o, al menos, aportar otro informe técnico» que detalle cómo se va a asegurar la frontera del edificio. Asimismo, Mateos advirtió a la firma que «aunque ejecute ella el apuntalamiento, se le exigirá que se haga cargo de los gastos ocasionados al ayuntamiento», que ha tenido que pagar un proyecto arquitectónico y «ha contraído unas obligaciones con un tercero: la empresa a la que ya le ha adjudicado los trabajos».
Según el concejal de EU, el consistorio «no va a permitir más dilaciones» en la rehabilitación de la fachada del molino «porque, al final, lo poco que queda en pie también se vendrá abajo y eso es algo que no estamos dispuestos a consentir». Aunque «la propiedad asegura que quiere ejecutar las obras», añadió Mateos, «no concreta nada y todos sus actos parecen encaminados a dilatar los tiempos», una actitud que «repercute de manera perjudicial» en la conservación del inmueble.
Valor patrimonial y sentimental
El Molí de Forés es uno de los elementos con mayor valor patrimonial y sentimental de Silla. La edificación fue levantada por orden del Duque de Híjar con motivo de la llegada de la Acequia Real del Júcar a la localidad. Fue el primer molino hidráulico del municipio y estaba destinado a procesar maíz y arroz.
En 1921 fue reconvertido en industria textil y, desde entonces, también es conocido popularmente como Molí de les Xiques porque empleó a numerosas jóvenes solteras de Silla y de los pueblos limítrofes. En 1968 cambió de nuevo de propietario y pasó a fabricar moquetas, actividad que cesó en 1982. Una década después, se le dio protección patrimonial; sin embargo, en 2003 sufrió el primer incendio, en 2011 el segundo y, en 2014, el que acabó de arrasar la histórica construcción.
