La cueva-vivienda del Rey Alfonso XIII y la «casa de poble» que se asienta sobre ella han tenido que ser valladas por motivos de seguridad ante su estado de deterioro y el mal estado de uno de los muros de carga de la edificación excavada, un símbolo de esta clase de residencias que aún hoy pervive en Paterna.

Ante la intención del gobierno local del alcalde socialista Juan Antonio Sagredo de comprar la cueva al ponerla en venta el administrador concursal que gestiona los bienes de la quebrada empresa municipal Sumpa —propietaria del inmueble—, los técnicos municipales descubrieron en una reciente inspección la «precaria situación» de la cueva-vivienda, situada en la calle Trinquet, 1.

Por motivos de seguridad los técnicos determinaron que había que vallar la cueva y la vivienda superior, ordenando también el desalojo de la familia que la habita.

En la inspección se observó la presencia de un gran número de puntales en su interior y se comprobó que uno de los muros de carga estaba en mal estado. Fuentes municipales indicaron que «dada la precaria situación de la cueva y el crecimiento de la losa de piedra natural, la cueva se sostiene por la existencia de esos puntales y porque están trabajando a compresión la tabiquería y los morteros de cemento que recubren dicha tabiquería y los muros de piedra natural».

Asimismo añadieron que tanto el vallado perimetral como el desalojo de la «casa de poble a dos mans» son medidas cautelares que se toman para garantizar la seguridad pública y patrimonial.

La cueva tiene una superficie de unos 170 metros cuadrados y es un Bien de Relevancia Local. El consistorio está valorando el coste de su rehabilitación para presentar un precio de compra al administrador concursal, que deberá ratificar el juzgado. «Todas estas actuaciones preventivas que se están llevan a cabo tanto con esta cueva como con el Molino del Batà corresponden al interés del equipo de gobierno de Sagredo por recuperar y proteger el patrimonio local», añadieron ayer desde el gobierno local socialista.

La edificación subterránea, situada muy cerca del ayuntamiento y vestigio del núcleo de cuevas del Palau, es histórica por la visita del monarca, que se recuerda en el frontal de la vivienda con una cerámica azul y una leyenda: «esta cueva-habitación fue visitada el día 12 de mayo del año 1923 por su Majestad el Rey Don Alfonso XIII siendo recibido por su dueño Salvador Chinillach».

Por este simbolismo el consistorio no quiere que acabe en manos privadas o derrumbada, de ahí su oferta de compra para poder restaurarla y destinarla a usos públicos.