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Ordenanza

Alcàsser anula la tasa de 1.000 ? que costaba el Centre Cultural

La alcaldesa del PSPV denuncia que el anterior gobierno del PP eximía del pago por decreto a colectivos afines Todo empezó por una actuación de Xavi Castillo

Utilizar el salón de actos del Centre Cultural de Alcàsser ya es gratis. El nuevo gobierno municipal del PSPV ha empleado «un resquicio legal» de la ordenanza para eximir del pago a todos los vecinos y asociaciones locales que, desde hace tres años, «tenían que abonar al ayuntamiento la friolera de 1.000 euros (500 de precio público y otros 500 de fianza) para poder usarlo, lo que hacía que casi nadie lo solicitase», tal como explicó ayer la alcaldesa, Eva Zamora.

El anterior ejecutivo, además, «eximía del pago por decreto a los colectivos que quería mientras que a otros les reclamaba el dinero», algo que «originó mucho malestar entre la población por la diferente forma de tratar a las agrupaciones», subrayó. Ahora, y hasta que se modifique la ordenanza, el nuevo gobierno ha decidido emplear también los decretos para liberar del precio público a aquellos vecinos o entidades que pidan al consistorio usar el salón de actos del Centre Cultural, aunque se mantiene una fianza de 100 euros.

Desde que se ha producido este cambio de actitud, colectivos que en los últimos años habían trasladado sus actos a otras instalaciones de Alcàsser, han decidido volver a utilizar el recinto cultural.

En busca de financiación

La ordenanza, aclaró ayer la mandataria, nació «hace tres años después de que el Club de Hàndbol llevase a Xavi Castillo y consiguiese dos llenos absolutos». El objetivo de las actuaciones era lograr financiación para afrontar la temporada del conjunto deportivo. A raíz de aquello, «el PP instauró el precio de 1.000 euros, aunque lo levantaba de modo discrecional».

Para eximir del pago, el anterior gobierno «se escudaba en que sólo se cobraba cuando las actividades conllevaban un lucro para el solicitante». Sin embargo, agregó Zamora, «no se decía nada de otros actos de colectivos falleros y festivos que también implican una recogida de fondos». De hecho, para la alcaldesa, el problema no era el cobro de una tasa, sino que ésta «era tan elevada que nadie podía afrontarla y se convertía en una forma de estrangular a las agrupaciones que no eran afines».

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