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Alaquàs

Los padres de un colegio exigen la unidad de valenciano suprimida hace tres cursos

La AMPA del González Gallarza quiere el mismo trato que el Ciutat de Cremona Reclama el apoyo de FAPA y Escola Valenciana ante el Consell

Los padres de un colegio exigen la unidad de valenciano suprimida hace tres cursos

La Asociación de Madres y Padres de Alumnos del colegio González Gallarza de Alaquàs ha reclamado a la Conselleria de Educación que reimplante la unidad de valenciano que suprimió hace tres cursos en infantil.

Ahora los alumnos están en primaria y son 29 en clase porque al grupo de 25 se han sumado cuatro niños que han repetido, además de haber otros en espera que, por el momento, han aceptado pasar a castellano, informan.

La AMPA ha remitido escritos a la Federación de Asociaciones de Madres y Padres (FAPA) y a Escola Valenciana para reclamar su respaldo en este asunto, que ya cuenta con el apoyo de todos los colegios de la población y del ayuntamiento, a través del Consell Escolar, explican los afectados.

Los padres han tenido que tomar esta medida porque en julio el colegio solicitó a la Conselleria de Educación la habilitación de esa unidad suprimida pero les ha sido denegada. «No nos han explicado las razones cuando tenemos aulas de sobra», indican.

Una portavoz de las madres manifiesta que el González Gallarza quiere el mismo trato que el colegio Ciutat de Cremona, que ha logrado recuperar las unidades suprimidas de cuatro y de tres años, a raíz del cambio de gobierno y tras un largo proceso de movilizaciones. «Nos alegramos por ellos pero nosotros queremos ser iguales», indica. Además, esta madre pone como ejemplo centros como el Cervantes de Xirivella y otros de la comarca que han logrado recuperar unidades.

En el escrito que la AMPA dirige a FAPA y Escola, se indica que el centro «no reúne las condiciones» para albergar una clase de 29 alumnos, además de que la supresión del aula, hace tres cursos, «perjudica seriamente un aprendizaje digno, adecuado y de calidad». En el documento se indica que la desaparición del aula ahora genera «un embudo» que se arrastrará conforme vayan avanzando los cursos.

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