El Ayuntamiento de Torrent ha colocado, en las últimas semanas, un vallado la zona trasera de la Torre islámica para evitar el acceso a las escaleras. El deterioro de este punto por el golpe que le propinó un camión hace un año ha movido a los responsables municipales a poner la valla, hasta decidir una solución definitiva.

Diversas fuentes consultadas han indicado que aquel golpe provocó el desprendimiento de la ménsula que sostiene el balcón de acceso a la Torre. El vehículo realizaba maniobras para el montaje del escenario de las fiestas patronales de julio. La reposición de la pieza está pendiente desde entonces.

Fuentes municipales han indicado que la colocación del vallado responde a una acción preventiva para evitar que los niños suban y bajen por la escalera a modo de juego. La valla estará hasta que el consistorio decida y aplique la solución definitiva al punto deteriorado.

Las ménsulas fueron diseñadas por el arquitecto Ramiro Moya Blanco en el proyecto de restauración del monumento ejecutado entre 1976 y 1977, inspirándose en las existentes en la Torre de Paterna, fortificación en la cual había intervenido cinco años antes.

La Torre de Torrent se restauró con fondos del 1% Cultural que financia el Gobierno de España, fruto de un convenio entre los ministerios de Fomento y Cultura. El consistorio presentó el proyecto y logró en 2007 un millón de euros, al ser la Torre un Bien de Interés Cultural (BIC). El proyecto de intervención y restauración llevó incluida una prueba de Carbono 14, en la que se determinó que el monumento era islámico.

El radio carbono indicó que se edificó en el año 1070, con un margen de más o menos 35 años, aunque existe un 95,% de probabilidad de que fuera en una horquilla mayor, de 1038 a 1223.