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Salvem Catarroja pide que se consolide la estructura de la masía derribada en 2007

El colectivo ecologista vuelve a denunciar que el derrumbe parcial del edificio, sin ningún tipo de permiso, sigue impune ocho años después

Salvem Catarroja pide que se consolide la estructura de la masía derribada en 2007

Fieles a su cita de todos los años desde hace ocho, los integrantes del colectivo Salvem Catarroja colocaron ayer una gran pancarta en la masía de l'Hort dels Mestres para denunciar su demolición parcial, en circunstancias que nunca se esclarecieron.

«Vuit anys després, Catarroja resisteix» es el lema de la pancarta, que pende de la estructura de un edificio que formaba parte del conjunto de masías históricas de esta zona agrícola de la población. Esta emblemática casa de campo se levanta en medio del área sobre la que en su día se proyectó la macrourbanización Nou Mil·lenni.

Y durante la tramitación de ese planeamiento, anulado finalmente por los tribunales, la dirección general de Patrimonio ordenó que todo el conjunto de masías fuera catalogado y protegido, como requisito para dar el visto bueno a un plan que ocupaba un millón de metros cuadrados de huerta en activo y triplicaba la población de Catarroja.

En ese contexto, la masía fue derrumbada por sorpresa, sin que los autores solicitaran ningún tipo de licencia al consistorio, ni permisos a la conselleria. Y muchos de sus elementos originales todavía están esparcidos entre las ruinas de lo que queda.

«La zona es un vertedero»

Salvem Catarroja, que ha denunciado año a año lo que consideró uno de los mayores atentados cometidos contra el patrimonio local, reclama ahora que la administración pública obligue a la propiedad a adoptar medidas urgentes para consolidar la estructura que queda, con el fin de evitar que caiga por completo. Y también pide que se ordene a los dueños una limpieza de todo el huerto que rodea a la vivienda, que con el paso de los años se ha convertido en un vertedero. «Hay muebles, basura de todo tipo e incluso alguna placa de amianto que es un peligro», advierten los ecologistas en su denuncia.

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