La Dirección General de Cultura confirma en un informe técnico que la Torre de Espioca de Picassent, una construcción andalusí del siglo XII, «presenta un estado de abandono absoluto que hace peligrar la integridad de sus valores» e insta a «dar solución urgente a los problemas estructurales y de estanqueidad que evidencia» la fortificación.
El ente autonómico ratifica así la denuncia interpuesta por un técnico especializado en Patrimonio, de la que ayer se hizo eco Levante-EMV, sobre la degradación que el monumento padece desde hace décadas y que hace peligrar incluso su continuidad a pesar de que «goza de la máxima protección» patrimonial, según detalla el informe de la conselleria.
El documento nace precisamente de la reclamación interpuesta por el técnico especializado en Patrimonio y aboga por adoptar, de manera provisional y temporal, alguna medida encaminada a frenar el deterioro de la torre. «Se debe actuar» en ella «con la máxima celeridad posible, defiende el informe de la Dirección General de Cultura después de que un arqueólogo y un arquitecto técnico de la conselleria visitasen el monumento para comprobar su estado. «A la espera de la actuación definitiva „insiste„, se podría llevar a cabo una solución temporal colocando, por ejemplo, una cubierta provisional que evite los daños que pueda causar el agua de lluvia» y otros «agentes atmosféricos».
Y es que la fortificación «se encuentra en un claro estado de abandono» que «favorece la degradación del inmueble» por «la ausencia de uso y mantenimiento». Los «forjados interiores y la cubierta original han desaparecido», especifica el documento, «y los existentes, fruto de una actuación moderna, se encuentran en un pésimo estado y también casi han desaparecido, al igual que la escalera interior, fruto de la misma actuación moderna».
Esta circunstancia, según puso de relieve el denunciante, «comprometía la estabilidad» del monumento y lo dejaba casi al borde del derrumbe debido al «peligro de colapso» que presentaba la torre, algo que viene a refrendar el informe elaborado por la Conselleria de Cultura.
Pero, además, el inmueble también muestra «sendas grietas longitudinales en la parte central de las fachadas norte y sur, siendo en esta última en la que tiene especial presencia». El documento entregado por el técnico especialista en Patrimonio hacía asimismo hincapié en estas hendiduras, «que recorren dos tercios de la altura de la torre» y que evidencian «su preocupante estado de conservación».
Como solución definitiva, Cultura apuesta por «realizar un estudio completo» de la fortificación andalusí, «de sus características, patologías y daños existentes», así como «de las causas y posibles soluciones de los mismos», a fin «de que sirva de base para elaborar un proyecto de actuación global en el inmueble y su entorno». Una vez «finalizada la rehabilitación y puesta en valor» de la Torre de Espioca, agrega, «se deberá establecer un régimen de visitas» para dar cumplimiento a la Ley del Patrimonio Cultural Valenciano.
