El Ayuntamiento de Silla ha tenido que acudir a los tribunales para intentar salvaguardar lo poco que aún queda en pie del Molí de Forés, una construcción de 1790 que goza de protección patrimonial desde 1992 y que, sin embargo, está al borde de la desaparición. El consistorio pretende apuntalar de manera subsidiaria la única fachada que conserva el inmueble tras el incendio que, hace un año, acabó de arrasar la edificación. Aunque el acuerdo se adoptó en junio , los trabajos aún no han acometido.
En agosto, el ayuntamiento ya solicitó a la empresa propietaria del molino que le franquease el acceso para asegurar el frontal del inmueble, pero la mercantil le denegó la autorización y le garantizó que ella se encargaría de realizar las tareas de apuntalamiento exigidas. Pese a este compromiso, el regidor de Urbanismo, Valentín Mateos, de EUPV, ordenó que el expendiente municipal «siguiese su curso» para asegurar la ejecución de las obras. «Ahora, después de su reiterada inactividad „dice la petición municipal remitida al juzgado„, la propiedad manifiesta su voluntar de realizar las obras, lo que teniendo en cuenta su comportamiento y actuación hasta la fecha, resulta cuanto menos poco creíble y probable».
El consistorio fundamenta su necesidad de entrar en la propiedad privada en la que se encuentra el Molí de Forés por la «clara urgencia en ejecutar de manera inminente las obras de estabilización del edificio protegido, a fin de que éste no devenga en ruina». Por el momento, el juez aún no se ha pronunciado sobre la solicitud.
