El equipo de gobierno tripartito de Foios (Compromís, PSPV y Volem) ha hecho pública la relación de gastos de las fiestas patronales de la localidad. En total, el consistorio gastó 38.763 euros, en su mayor parte en dos orquestas y el alquiler y recogida diaria de 3.000 sillas y 500 mesas a la empresa Montecarlo Produccions, por un total de 12.425 euros.
La segunda partida más alta es la de la dotación de los premios del concurso de charangas: 5.100 euros. Y la tercera partida más cara no es ni la iluminación, ni la impresión de los 3.000 «llibrets» ni la leña de la «torrà» y las paellas. Es la partida destinada al «coste por las mesas y sillas robadas y rotas». Un total de 4.732 euros que el consistorio ha tenido que abonar también a Montecarlo Produccions. En total, y según explicaba el alcalde Sergi Ruiz, han desaparecido 81 sillas, 36 mesas de resina y 14 o 16 de metal.
Las fiestas patronales se celebran en Foios en agosto y desde el primer día (el del Pregó) las sillas y las mesas se quedan en la Plaça del Poble para la distintas cenas y actos que se celebran allí. Se guardan en unos cajones cerrados con llaves, se sacan por la tardes y se vuelven a meter de madrugada. El coste del alquiler del mobiliario es, según explicaba ayer el alcalde Sergi Ruiz, «similar» a lo que ha tenido que pagar el ayuntamiento por su desaparición.
Aunque en el informe de gastos, el concepto se refleja como «robo y rotura», el regidor se mostraba ayer convencido que la mayoría de las sillas y mesas están actualmente en viviendas y locales de Foios. «Al parecer, hay gente que cuando acaban los actos en vez de guardarlas en los cajones se las llevan a casa y no las devuelven», declaró el regidor de Compromís.
También explica Sergi Ruiz que no es la primera vez que ocurre, y que el consistorio siempre ha tenido que asumir un «elevado gasto» por la «desaparición» de sillas y mesas después de las fiestas patronales. «Lo que pasa es que hasta ahora no se había hecho público con tanta precisión», subrayó el alcalde.
«Ha faltado política pedagógica en este sentido», admitió ayer el munícipe. «Nos habíamos planteado hacer un bando en fiestas diciendo lo que había costado el robo de sillas y mesas el año anterior para que la gente tuviera conciencia cívica, pero al final no lo hicimos», explicó.
