La horchatería-restaurante «Sequer lo Blanch», uno de los negocios más vinculados a la huerta, al cultivo de la chufa y a la gastronomía autóctona, ha sido galardonado con el Premio Nacional de Hostelería en su modalidad de responsabilidad medioambiental. Se convierte así en un referente de la hostelería valenciana y en un importante reclamo para los amantes de la tradición llevada a la cocina moderna.

A pie de huerta y con la vista puesta en la entrega de premios, que tendrá lugar el próximo 24 de noviembre en el Palacio de Congresos de Valencia, encontramos al gran mentor de «Sequer lo Blanch», José Benlloch hijo, al que su padre sigue acompañando en las múltiples tareas que siempre hizo la familia y que siguen vivas hoy en día.

Y es que según dice, los Benlloch han sido cultivadores de Chufa de toda la vida. Sus antepasados ya figuraban en el Llibre del Repartiment con el que el rey Jaime I repartió estas tierras tras la conquista de Valencia en 1238. Lo único que ha cambiado, hace aproximadamente 13 años, es que Benlloch estaba cansado de vender la chufa a una multinacional y prefirió apostar por cultivarla, enseñar a apreciarla, degustarla e innovar con ella. Pensó en hacer algo parecido a lo que se hace en las modernas bodegas, pero con el producto más emblemático de esta tierra.

El resultado, después de años de papeleo, fue este negocio, sitado en el número 23 del Cami Fondo de Alboraia. «Nosotros seguimos cultivando la chufa, tenemos un secadero, enseñamos a la gente el proceso de elaboración de la horchata y luego la ofrecemos en nuestro restaurante», dice José Benlloch, quien ha integrado en su oferta rutas turísticas, talleres, catas y degustaciones muy apreciadas por los clientes.

Es, además, un restaurante de proximidad, un restaurante de «kilómetro 0», dice, porque el resto de productos que conforman su cocina salen también mayoritariamente de esta huerta, incluida la que ellos mismos cultivan en los alrededores de su local. «Nosotros defendemos la cultura de la huerta poniéndola en la mesa», dice.

De hecho, el «Sequer lo Blanch» ofrece comidas y meriendas (su horario de invierno es de 13,30 a 20 horas, de miércoles a domingo) en las que la estrella, como no podía ser de otra manera, es la horchata con fartons, complementada por una amplia carta en la que se combina la tradición con la cocina moderna.

Con productos innovadores como el ajoaceite de chufa o el teriyaki de este mismo producto se confeccionan también las que son su otro plato estrella, las «coquetes d'horta». Las hay de cuaresma y pascua, de patata y cebolla con ajoaceite de chufa; o de cebolla y sepia en su tinta.

Y no pueden faltar las tradicionales paellas, para las que disponen de unos paelleros de leña integrados en la huerta en los que también se hacen talleres para aprender a cocinar el plato más famoso de la comunidad y el más conocido también de España.

El premio para «Sequer lo Blanch», concedido por la Federación Española de Hostelería, se ha hecho extensivo también al Ayuntamiento de Valencia por la colaboración con el sector hostelero en aquellos temas que afectan a la ciudad, apostando por «convertirla en un referente turístico internacional». Así mismo, se premia a la Red de Centros de Turismo como proyecto de formación en constante evolución, al servicio de los agentes que lo conforman.

El «Sequer lo Blanch» ya había recibido anteriormente el premio de la Federación de Hostelería de Valencia en el apartado de emprendedores. El premio a la responsabilidad medioambiental completa su éxito.