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Agricultura

Asia se rinde a la horchata

El presidente de la DO señala los Países Árabes, China y Japón como mercados emergentes para esta nutritiva bebida

Los Países Árabes, China y Japón se han convertido en mercados emergentes para la comercialización de horchata industrial pero de calidad. Así, lo afirma en declaraciones a Levante-EMV, el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Chufa de Valencia, Francesc de Borja Espinosa, quien subraya que en estos países, «hay interés creciente por el producto por ello es viable producir aquí, „porque allí no hay infraestructura de ningún tipo„, y exportarla para su consumo fuera». Una dificultad jurídica y técnica que presentan estas exportaciones es precisamente la calidad artesana que garantiza el Consejo Regulador dado que la horchata tradicional «tiene una vida útil de tres días».

En cambio, la industrial abre unas posibilidades de negocio muy amplias en cuanto «a aumentar la producción en busca de nuevos mercados emergentes» tanto de ámbito nacional como internacional. «De Asia, en particular, de China y Japón, nos están pidiendo horchata, porque valoran sus propiedades nutritivas», y porque la conocen por los turistas que nos visitan o incluso por la amplia colonia china que vive en la Comunitat Valenciana.

En estos momentos, «estamos buscando la fórmula legal y técnica para poder atender esos mercados emergentes», y al mismo tiempo, seguir ofreciendo la máxima calidad del producto al garantizar «toda la trazabilidad de la chufa „de la materia prima„ desde que se siembra en el campo hasta que se elabora la horchata y se comercializa».

Una veintena de pueblos

El ámbito de producción y protección legal de la DO Chufa de Valencia se circunscribe a l'Horta Nord y Valencia; y abarca los términos de 19 municipios, donde trabajan de 450 a 500 agricultores, con una extensión total de 2.500 a 3.000 hanegadas. «La DO „apunta Francesc de Borja Espinosa„ certifica y garantiza un producto de calidad, que proviene de la huerta; nosotros no podemos competir en precio, hemos de hacerlo en calidad».

En este sentido, en China, Argelia, Costa de Marfil y Senegal cultivan y producen chufas de peor calidad y a precios más bajos. «Ciertas cadenas comerciales „prosigue el presidente„ apuestan por esa materia prima para elaborar sus horchatas, pero en cualquier caso, siempre serán de peor calidad que las nuestras, sean artesanas o industriales».

Otros productores acogidos a la DO, cuentan con una penetración notable en Francia, Alemania, República Checa, Reino Unido o Italia. En Asia, junto a China y Japón, se han realizado envíos a Taiwan e Indonesia. Otros mercados atractivos son Nueva Zelanda; y los Emiratos Árabes, por su alto poder adquisitivo. Por último, en Estados Unidos se ha introducido ya un horchatero industrial.

Buenas expectativas

El arranque de la campaña apunta a unas cifras positivas para los agricultores. Según el máximo responsable de la DO Chufa de Valencia, «llevamos dos años con incrementos de la producción por el aumento de las cifras de elaboración en la horchata ya que el año pasado se produjo y se exportó más; y porque las empresas están abriendo nuevos mercadosl». En la cosecha pasada, hubo productores que tuvieron que volver a comprar, tras agotar la materia prima; y la chufa ecológica, se acabó. Espinosa comenta con orgullo que hoy en día, en la agricultura de l'Horta, «el único cultivo que tienes una seguridad de que va a proporcionar rentabilidad al agricultor es la chufa».

No en vano, los tratos de venta de la nueva campaña arrojan precios al alza para el pequeño productor, minifundista. «Se están pagando „argumenta„ 70 y 75 céntimos de euro por kilo, cuando el año pasado se pagaron 60 y 65». Ello en un escenario de más hanegadas en cultivo, en el que crece la producción.

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