La Casa de la Dona de Quart de Poblet ha llevado a cabo un estudio de «corresponsabilidad» a través de una encuesta realizada a niños de 4º, 5º y 6º de Primaria en el que queda patente que «las madres asumen más tareas en el hogar y la familia aun cuando trabajan fuera de casa», según señaló el ayuntamiento en un comunicado. Esta es la principal conclusión de la encuesta realizada a 170 niñas y 167 niños en seis centros educativos (tres concertados y tres públicos). En el trabajo han colaborado cuatro de las jóvenes becadas en el Plan Municipal de Becas para el Empleo y la Formación de Jóvenes Titulados y Estudiantes del ayuntamiento.

La encuesta facilitada a los escolares recoge 31 tareas y en cada una de ellas tuvieron que especificar quien las realiza en casa: la madre o el padre. También se les preguntó cuáles son compartidas en el seno de la familia. «De los resultados obtenidos se desprende que las tareas domésticas (tradicionalmente vinculadas a las mujeres) como limpiar, cocina, planchar, lavar, coser las siguen asumiendo por amplia mayoría las madres, mientras que los padres sólo se ocupan más de otras como sacar la basura, controlar las facturas, bricolaje, llevar el coche al taller y trabajar fuera de casa.

La distribución general de tareas se realiza de la siguiente forma: las madres se ocupan del 72 %; los padres, del 4 8%; las hijas, del 36 % y los hijos, del 31 %. «Tradicionalmente las tareas de organización y de sustento económico han sido adjudicadas a los hombres, y aquellas relacionadas con la crianza, cuidado y sostén afectivo de las personas y las responsabilidades del espacio doméstico, les han sido adjudicadas a las mujeres», concluye el estudio. «Sin embargo „explican los responsables del estudio, paulatinamente las mujeres se han ido incorporando al mercado laboral y al resto de las esferas del ámbito público, mientras que los hombres no se han incorporado en la misma medida al espacio doméstico y de atención a las personas enfermas o dependientes. Esto somete a las mujeres a una doble jornada o doble presencia, y es la causa fundamental de la desigualdad en el uso del tiempo».

«El no repartir obliga a las mujeres a tener que elegir entre el trabajo remunerado y la familia, o intentar hacer las dos cosas a la vez buscando empleo a tiempo parcial, recurriendo al apoyo familiar (sobre todo, abuelas y abuelos) o contratando a alguien para que cuiden de sus hijos e hijas», concluye.