El sorteo de la ONCE celebrado ayer repartió 1,05 millones en Alaquàs gracias a los 30 cupones premiados que vendió Luis Gómez Sabio. «Los clientes suelen ser habituales y eso facilita que con muchos de ellos tengo una relación más personal en la que a veces me cuentan sus cosas de la vida cotidiana. Son gente trabajadora que seguro les vendrá muy bien este premio y comparto con ellos también esta alegría», aseguró ayer Gómez Sabio. El vendedor tiene discapacidad visual grave y trabaja como vendedor desde hace once años. «Antes trabajé en una compañía de energía en el departamento de asesoramiento a clientes y también como responsable en un centro ocupacional para personas con discapacidad intelectual», añadió a través de un comunicado. «Esta experiencia, unida a los cuatro años que tuve la responsabilidad de ser consejero territorial de la ONCE, me han ayudado para dirigirme al público de una forma natural y para compartir cuál es nuestro papel en la sociedad».