La ruina de Pemsa, una de las dos empresas municipales de Moncada, tiene como principal víctima a los 53 trabajadores con algún tipo de discapacidad contratados por el Centro Especial de Empleo (CEE). Tal como ha venido contando este periódico, el Gobierno estatal, a través del Ministerio de Hacienda, obliga al ayuntamiento (en aplicación de la ley de estabilidad presupuestaria) a disolver Pemsa antes del 1 de diciembre por arrastrar durante dos años seguidos un remanente de tesorería negativo que supera los 3,5 millones de euros.
Aunque, según la alcaldesa Amparo Orts, la culpa de esta deuda la tienen las aventuras urbanísticas que asumió el anterior gobierno del PP a través de la empresa municipal cuando impulsó el polígono industrial Moncada III (proyecto actualmente abandonado), la aplicación de la ley obliga también a aplicar un ERE de suspensión de empleo y finalmente un despido colectivo sobre toda la plantilla de Pemsa, incluida los 53 trabajadores del Centro de Empleo. Cabe recordar, en este sentido, que Pemsa se creó originalmente para impulsar la creación de empleo y no para proyectar polígonos industriales, aunque desde hace años conviven ambos objetivos.
Según ha podido saber este periódico, el pasado lunes la alcaldesa reunió a la junta de portavoces para informar a todos los partidos de la intención del gobierno tripartito de trasladar el Centro de Empleo de Pemsa a MSU, la otra empresa municipal de Moncada, dedicada a la gestión de los servicios municipales, como «posible solución».
En este sentido, la regidora explicó ayer en declaraciones a Levante-EMV que se había reunido con la secretaria autonómica de Empleo, María José Mira, y la directora general del Servef, Rocío Brioñes, para sondear posibles alternativas al cierre del Centro de Empleo, y ambas dieron «el visto bueno a vincular de forma provisional el centro a MSU». «Aunque también tenemos que hacer un informe sobre la situación económica de la empresa para que el Servef compruebe que MSU no tiene deudas sí puede asumir la nueva plantilla».
«Que nadie pierda su empleo era el primer gran objetivo que teníamos „señaló ayer Amparo Orts„. Lo ideal es que el Centro de Empleo sea totalmente autónomo y pueda funcionar por sí mismo. En ese sentido, hemos hablado con las empresas para las que trabajan con el centro para que nos ayude aumentando y mejorando los pedidos. Pero mientras, la mejor solución es vincular el CEE a MSU». La alcaldesa también explicó ayer que de los 53 empleados del CEE, dos o tres están a punto de jubilarse, por lo que el ayuntamiento quiere estudiar su caso y sondear la posibilidad de adelantar el plazo. Por otra parte, Orts se ha comprometido a mantener a los 14 empleados del centro que no son de Moncada, «porque en este caso no vamos a mirar de donde viene cada uno. Todos son igual de importantes», señaló.
De momento, y ante la falta de ingresos suficientes y la deuda que mantiene la Generalitat con el CEE (el gobierno autonómico está obligado a financiar el 50 % del centro y ya el anterior gobierno local del PP denunció en diversas ocasiones sus impagos), el ayuntamiento ha adelantado la cantidad de dinero suficiente para que la plantilla cobre las nóminas de octubre y diciembre. En un pleno celebrado el pasado mes, tres de los cuatro grupos de la oposición (PP, Compromís y C's, sacaron adelante una moción para que el ejecutivo desvíe 180.000 euros del capítulo 1 del presupuesto a garantizar los sueldos de los trabajadores si finalmente el cierre se hace efectivo.
