Los ladrones no causaron daños en la nave industrial, ni siquiera forzaron la cerradura de uno de sus accesos -el garaje del inmueble- por donde presuntamente entraron, pero se llevaron material perteneciente a la Agrupación Musical Virgen de la Natividad de Burjassot valorado en cerca de 30.000 euros.
Según consta en la denuncia que esta banda de tambores y cornetas presentó en la Comisaría de Policía Nacional, alguien sustrajo del local seis trompetas, dos bombardinos, un trombón, cinco amplificadores, siete altavoces, tres focos y diversas herramientas para la reparación de instrumentos y otros enseres.
El presidente, Alfonso Oliz Cano, declaró a este diario que los músicos «no sospechan de nadie», pero tienen bien claro que los autores del hurto «sabían lo que hacían, solamente los cinco amplificadores valen 25.000 euros». Oliz también expresó su extrañeza de que «no se hayan llevado el ordenador con el disco duro del despacho y los tambores».
Los hechos se remontan a la noche del pasado viernes 29 de octubre. Aquel viernes algunos componentes de la asociación se encontraban en la nave realizando limpieza, «momento en que se dejaron sin cerrar la puerta de entrada desde la rampa -el garaje-» y «la misma fue perdida de vista durante un tiempo», como figura en la denuncia. Al finalizar, «los congregados en el lugar se marcharon, procediendo con anterioridad a cerrar el local».
Sin embargo, a la mañana del día siguiente, uno de los músicos fue a la nave y «la halló con la puerta de la rampa entreabierta». Además de apercibirse de la falta de material como amplificadores y altavoces, descubrió «muescas de apalancamiento» a la altura de la cerradura de la puerta del despacho y la desaparición de los referidos instrumentos.
Esta no fue la única sorpresa lamentable. La mascota de la Agrupación Musical, un pastor alemán de unos 4 años, apareció lesionada. «Cojeaba de la pata delantera izquierda, tenía reventada la almohadilla del pie», detalló una de las integrantes de la banda que, además, colabora con la Protectora de Animales. El presidente cree que «también atacaron a la mascota», que ya se ha restablecido.
Cámaras de la zona
Oliz piensa que, para perpetrar estas acciones, «alguien ajeno a la banda se introdujo furtivamente en la nave durante las tareas de limpieza» de aquel viernes. La Agrupación confía en que la Policía, que ya inspeccionó el local, encuentre pistas para «recuperar el material sustraído o, al menos, una parte». Los agentes cuentan con las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona y en la denuncia, se anotaron los números de serie de los instrumentos.
La banda se enfrenta además al hecho de que el 1 de diciembre deberá dejar el local porque los dueños lo han vendido y carecen, por ahora, de espacio alternativo.
