La 22a Mostra Internacional de Pallassos de Xirivella bajó el domingo el telón y puso fin a quince días cargados de actividades y espectáculos con la sensación de haber contado, en todo momento, con el apoyo y participación del público, tanto infantil como adulto, tal como destacaron ayer fuentes municipales. Este año, la Mostra ha llevado a Xirivella una programación de 14 espectáculos, algunos de ellos estrenos, 26 funciones y ocho actividades paralelas, entre talleres y conferencias.

En ella han participado compañías de la Comunitat Valenciana, Murcia, Castilla y León, Madrid, Aragón, Cataluña, País Vasco e incluso Brasil y Uruguay. Para el alcalde, Michel Montaner, «la programación, el nivel de los espectáculos y artistas, y el precio ajustado de las entradas, accesible para todas las familias, ha permitido a la Mostra recuperar el papel de referente cultural en toda la comarca». Por su parte, la regidora de Cultural, Amparo Carrascosa, ha destacado que el certamen «deja una sensación de satisfacción por el esfuerzo realizado y por la recompensa obtenida en la respuesta de un público, que ha llenado el Teatre-Auditori y se ha sumado en masa a las actuaciones de calle».

Aunque el director de la Mostra, San Fran, ha comentado que «es difícil cuantificar el público asistente», sí se ha atrevido a confirmar que «por el Teatre-Auditori, entre la Mostra y la Mostreta, programada en horario escolar, han pasado más de 7.000 personas».

La clausura corrió a cargo del espectáculo «Kibubu», de la compañía vasca Marie de Jongh, que ha cosechado numerosos premios internacionales. Un día antes, el sábado, el certamen desplegó su vena más canalla con la actuación en doble sesión de Xavi Castillo, que llenó el Teatre-Auditori y tuvo momentos hilarantes en los que el público disfrutó recordando sus imitaciones de Rita Barberá o Juan Cotino, entre otros personajes de la política. l-emv xirivella