­Obtener biogás y biofertilizantes a partir de la paja del arroz que se cultiva en l´Albufera. Este es el objetivo de un prototipo semi-industrial del proyecto europeo Sostrice en el que participan, entre otros, el centro tecnológico Ainia y la empresa Ludan España. La previsión de sus impulsores es lograr resultados definitivos en dos años que permitan la instalación de una planta a gran escala.

El modelo piloto, ubicado en un polígono de Silla, está compuesto por dos digestores anaerobios que, a través de la acción de las bacterias anaerobias (organismos que descomponen material biodegradable) sobre la paja del arroz, tratan de convertir el residuo agrícola en energía limpia y renovable, que puede ser utilizada en las explotaciones como electricidad, calor o biocarburante para el transporte de vehículos.

Andrés Pascual, jefe del departamento de Medio Ambiente de Ainia, explicó que la planta experimental «puede procesar entre tres y cuatro toneladas de paja al año» pero si el proyecto acabara en una gran instalación industrial de digestión anaerobia «alimentada con 15.000 toneladas de paja residual se podrían producir unos 21 millones de kilowatios eléctricos anuales, lo que equivaldría al ahorro energético de unos 2.000 hogares». Los socios del proyecto Sostrice, financiado al 50% por Fondos Life de la Unión Europea y la empresa privada, calculan que en l´ Albufera, «con una superficie cultivable de 14.700 hectáreas, se pueden producir anualmente entre 2 y 8 toneladas de paja excedentaria por hectárea de cultivo de arroz».

Impacto económico y empleo

La primera fase de acción del prototipo se centra en tareas de puesta en marcha y monitorización como la inoculación de biomasa anaerobia para comprobar el correcto funcionamiento de todos los equipos y la optimización del proceso, con el objetivo de perfeccionar los futuros diseños a escala industrial.

La hipotética gran planta se instalaría en «uno de los municipios bañados por l´Albufera generando un gran impacto económico en la zona, así como un buen número de puestos de trabajo», anunció Luis Puchades, director de Ludan España, socia del proyecto y constructora del experimento piloto. Aunque no quiso ahondar sobre una futura instalación, sí anunció que su intención es trasladar los resultados obtenidos y los beneficios del sistema a las administraciones locales y autonómica para instalar «una gran planta o algunas más pequeñas en algunos municipios con los que ya hemos contactado». «Queremos tener datos contrastados para que si la administración quiere acabar con la problemática del fangueo y la quema de la paja del arroz apueste por este proyecto sin que tenga las dudas de que le va a salir el tiro por la culata», defendió Andrés Pascual.