Para el pleno de investidura del 13 de junio de 2015 el entonces alcalde en funciones de la Pobla de Farnals, José Manuel Peralta (PP) había dispuesto que al salón del ayuntamiento sólo podían entrar cinco personas por cada uno de los 13 concejales que iban a ser investidos ese día. Quería evitar los tumultos que se habían vivido en otras investiduras anteriores, pero no lo consiguió.

Tras esa sesión del 13 de junio en la que fue elegido el actual alcalde Enric Palanca (PSPV), el exalcalde (también socialista) Josep Vicent Sanchis denunció a Peralta por romperle las gafas de un puñetazo. Peralta, por su parte, denunció a Sanchis y a otras tres personas (entre ellas el presidente local del PSPV, Josep Fontestad) por alteración del orden público. Ambas denuncias se unieron en una sola causa cuyo juicio debería haberse celebrado el miércoles de la semana pasada. Pero no hubo juicio, entre otras razones porque el exalcalde popular no acudió.

«Hoy he podido ver quién es Peralta —reflexionaba Fontestad en las redes sociales—, una persona que no sabe defender sus actuaciones y en vez de dar la cara, se esconde». La respuesta del ahora portavoz del PP en la oposición llego también a través de internet: «Yo no me escondo de nadie, ni de nada (...) ¿Te haspreguntado por qué mis testigos estaban avisados de que no habría juicio? ¿Os defendía a vosotros el mismo despacho de abogados que al señor Sanchis?».

¿A qué viene la referencia al abogado de Sanchis si el exalcalde socialista sí que acudió a la vista junto a los otros tres denunciados por Peralta? El exalcalde socialista acudió al juicio para defenderse de la denuncia por alterar el orden público, pero no como acusación contra Peralta por romperle las gafas. Y es que, según ha asegurado el propio Sanchis, su abogado y el de su supuesto agresor habían llegado a un acuerdo extrajudicial.

«A pesar de saber que tenía todas las de ganar, acepte un acuerdo si el agresor pagaba los gastos, cosa que hizo», afirma Sanchis. «Acepté por no contribuir a la judicialización que ha marcado la política local desde que cierto PP llegó al ayuntamiento». Según asegura el exalcalde socialista, a cambio de no retirar su demanda por agresión Peralta le ha pagado 700 euros: 150 euros por las gafas rotas, otros 150 por los daños y 400 euros de los honorarios de los abogados.

Pero hasta a la hora de explicar los acuerdos la política de la Pobla parece especial. En su escrito colgado en la red, Peralta (que no contestó a las llamadas ayer de este periódico) no explica por qué no acudió al juicio pero califica de «mentira» su supuesto pago de 700 euros a Sanchis por las gafas rotas y reta a que le presenten las pruebas de ese pago. Ya en su denuncia del 13 de junio negó ante la Guardia Civil que hubiese golpeado al exedil socialista y que le hubies destrozado los anteojos, contradiciendo incluso el testimonio de un Policía.

Sanchis reconoció ayer que no puede aportar pruebas de que Peralta le haya pagado las gafas rotas. «Es un acuerdo extrajudicial y mi abogado ya me advirtió que si Peralta lo negaba sería mi palabra contra la suya, pero he aceptado porque no quiero judicializar más la situación», añadió.