El pleno del Consell aprobó ayer el decreto por el que se declara Bien de Interés Cultural Inmaterial la fiesta de las Fallas en las ciudades de Xàtiva, Gandia, Sueca, Alzira y Torrent.

Así lo indicó en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell la vicepresidenta y portavoz de la Generalitat, Mònica Oltra, quien explicó que con esta declaración se reconoce «su valor patrimonial», en el ámbito del objetivo de preservación y difusión de las expresiones más tradicionales del pueblo valenciano en sus manifestaciones musicales, artísticas, gastronómicas o de ocio, en especial, las que son objeto de transmisión oral o las que mantienen y potencian el uso del valenciano.

La fiesta de las Fallas de estas poblaciones reúne «un inequívoco valor patrimonial por estar vertebrada en torno a los mecanismos de conexión entre fiesta y patrimonio», ya que son «la expresión viva y popular de un pueblo, fiestas de origen vecinal, surgidas y perfeccionadas a través del tiempo por el pueblo valenciano como manifestación artística, cultural y satírica».

La fiesta, que nació en Valencia en el siglo XVIII, trascendió su ámbito originario con su expansión a estas poblaciones en varios momentos de la segunda mitad del siglo XIX, y se convierte así en una expresión simbólica de la identidad valenciana.

Las Fallas en estas localidades se enmarcan en la primera época de imitación de las fiesta falleras, comprendida entre 1850 y 1900, y son los primeros ejemplos de la difusión de la capital. Estas fiestas, como ocurre en las del «cap i casal», unen los aspectos más lúdicos, que giran alrededor de los monumentos falleros plantados por las distintas comisiones, agrupadas, a su vez, en las correspondientes juntas locales, con un amplio abanico de otras expresiones culturales: teatrales, musicales, literarias y etc.

Algunos museos

La preocupación por la conservación de estas tradiciones y el patrimonio que suponen se refleja en la existencia de varios museos falleros en algunas de estas ciudades. Para la protección del bien, la Generalitat Valenciana velará por el normal desarrollo y por la pervivencia de estas manifestaciones culturales, así como por la conservación de sus valores tradicionales. La gestión de la fiesta, por su parte, será ejercida por las correspondientes juntas locales falleras.